Ligeramente menos espeso que la nata, y menos graso, el suero de leche o la karnemelk, como se le conoce en neerlandés, es una bebida láctea que se consume mucho en los Países Bajos, Alemania o Dinamarca, y que además es muy versátil en la cocina.

Su aspecto es similar al de la leche desnatada pero su sabor es un poco más amargo, debido a la maduración de la nata en su proceso de elaboración. Es el líquido que obtenemos de batir la nata para transformarla en mantequilla.

Con la famosa karnemelk, que encontrarás en cualquier supermercado, puedes elaborar salsas, sopas, pan y postres deliciosos, como la panna cotta que te enseñamos a cocinar, obteniendo una esponjosidad espectacular y un sabor extra.

Proveniente de la zona del Piamonte, la panna cotta, que significa literalmente “nata cocida”, es un postre resultón, muy fácil de elaborar y que además admite infinidad de versiones.

Inspirados por esta receta de Bon Appetit, cocinamos una panna cotta que se aleja de la versión tradicional y que podemos preparar en cualquier temporada del año. Tan solo necesitamos comprar los albaricoques secos y tener a mano semillas de hinojo, para conseguir un postre esponjoso con una deliciosa y sorprendente combinación de sabores. Modificar estos ingredientes también es posible: si preferís elaborar la receta con frutas frescas de temporada, como las fresas, u otras especias como las semillas de eneldo o anís, puede quedar exquisita.

¡Buen apetito!


Ingredientes

Para 4 personas (4 panna cottas)

200 ml de karnemelk
150 ml de nata (para montar)
80 gramos de azúcar moreno (4 cucharada colmadas)
2 hojas de gelatina
Agua fría
Semillas de hinojo (puedes sustituirlo por otras semillas)
100 gr. de albaricoques secos

Instrucciones

  • En un bol con agua fría ponemos las hojas de gelatina en remojo.
  • En una olla mediana, añadimos la karnemelk, la nata y 1 cucharada de azúcar, y calentamos a fuego medio durante 10-12 minutos.
  • Sacamos las hojas de gelatina hidratada y la escurrimos bien. Añadimos las hojas a la mezcla de karnemelk y nata, y cocemos durante un par de minutos más.
  • Colamos la mezcla para que no contenga grumos y dejamos reposar unos 10 minutos.
  • Mientras, podemos preparar la compota de albaricoques secos. En una olla mediana añadimos 1 taza de agua, 2 cucharadas de azúcar y los albaricoques secos previamente cortados finos. Cocinamos a fuego lento durante 25 minutos.
  • Seguimos con las semillas de hinojo caramelizadas que preparamos en una olla pequeña. Añadimos 2 cucharadas de agua y 1 cucharada de azúcar y llevamos a ebullición a fuego lento. Removemos de vez en cuando para evitar que se pegue la mezcla. Cuando la mezcla empieza a caramelizar añadimos las semillas de hinojo y sin dejar de remover cocinamos durante un par de minutos hasta que queden las semillas recubiertas del caramelo. Apartamos del fuego y reservamos.
  • Repartimos las panna cottas en los moldes, después de reposar, y reservamos en el frigorífico, al menos 4 horas.
  • Trituramos un poco el albaricoque, conservando una textura media para encontrar trozos a la hora de comer, y dejamos enfriar antes de servir.
  • A la hora de servir la panna cotta decoramos con la compota de albaricoque y las semillas de hinojo caramelizadas.

Fotos y vídeo por María López Fontanals