La astronomía suele requerir cielos oscuros y despejados. Típicamente, los observatorios se constituyen en islas lejanas a los continentes como las islas Canarias o Hawaii o desiertos como el de Atacama en Chile. Es difícil imaginar que Holanda, el país de las nubes y las tormentas – tantas veces representadas en las pinturas de Johannes Vermeer o de Hendrik Mesdag – sea hogar de observatorios de referencia mundial y cuente entre sus personajes históricos con célebres astrónomos. Desde Huygens hasta hoy, la astronomía neerlandesa sigue liderando la investigación a nivel internacional; a pesar de que, paradójicamente, vivimos en la región con la mayor contaminación lumínica del mundo. Como cada otoño, los observatorios abren sus puertas al público y las ciudades se llenan de actividades ligadas a la astronomía. En Gaceta Holandesa recorremos estos museos y lugares de referencia donde podremos encontrar descubrimientos astronómicos deslumbrantes mientras caminamos sobre las huellas de sus protagonistas: todo un viaje en el tiempo que se remonta al siglo XVII, cuando un científico holandés intentó patentar el telescopio.

Mapa de la contaminación lumínica. Imagen: Lightpollutionmap.info


Leiden, la ciudad neerlandesa de la astronomía

A comienzos del siglo XVII hubo un renacimiento de la astronomía europea, impulsada por la invención del telescopio. Su inventor es desconocido, sin embargo, está documentado que fue el neerlandés Hans Lippershey quien intentó patentarlo en 1608, antes de que Galileo Galilei comenzara a usarlo para sus observaciones. Y fue precisamente durante el siglo XVII cuando se construyó el observatorio de Leiden, el más antiguo del mundo todavía en funcionamiento, donde han hecho vida grandes figuras de la Física, desde Christiaan Huygens hasta Albert Einstein. Comenzó a funcionar poco después de que se fundara la universidad que lo alberga, sembrando una fecunda tradición astronómica que se mantiene hasta hoy. Y es que la universidad de Leiden está considerada entre las mejores del mundo en Astronomía, ocupando el sexto lugar en Europa.

Una constelación de estrellas de la Física y la Astronomía mundial, como Christiaan Huygens, Gerard Kuiper, y Jan Oort, pasaron por las aulas de la universidad y el observatorio. Incluso, Albert Einstein fue nombrado profesor extraordinario de la universidad de Leiden por sus frecuentes visitas. El segundo Premio Nobel de Física en la historia del Nobel fue otorgado al profesor de la universidad de Leiden Pieter Zeeman, quien en 1896, descubrió cómo los patrones que se forman cuando la luz interactúa con los átomos cambian en presencia de campos magnéticos. El efecto Zeeman, como fue bautizado, es fundamental en el estudio del campo magnético del sol y las estrellas. Willem de Sitter, quien fue director del observatorio de Leiden entre 1918 y 1934, trabajó con Albert Einstein en las aplicaciones de la relatividad general a la cosmología. Sus propuestas todavía se usan para construir modelos del origen y evolución del universo.

Y hasta las dos grandes nubes de objetos celestes que rodean al sistema solar llevan los nombres de afamados astrónomos neerlandeses: Gerard Kuiper, quien sentó las bases de los estudios planetarios modernos, y Jan Oort. El cinturón de Kuiper fue observado en 1987, mientras que la nube de Oort todavía sigue evadiendo a los telescopios más potentes. La razón es que la nube de Oort está mucho más lejos que el cinturón de Kuiper y está compuesta de cometas pequeños y opacos. Sin embargo, la nube de Oort es el mejor modelo que explica la trayectoria de los cometas de órbita casi centenaria como el cometa Halley. Jan Oort fue director del observatorio de Leiden entre 1945 y 1970 y contribuyó al estudio del movimiento de las estrellas en las galaxias, demostrando que el conjunto se mueve como una gran rueda de fuegos artificiales siendo el primer astrónomo en proponer que el sistema solar no queda en el centro de la galaxia sino más bien hacia su borde.

La ciencia y, en particular, la astronomía, abrazan a Leiden con tanta fuerza que los trabajos de Oort, Lorentz y Einstein, se exhiben en los muros de la ciudad. En la calle Witte Singel, en la pared de la casa 58C se encuentra la fórmula de Oort para la rotación de las galaxias. A pocos metros del museo de ciencia y medicina Boerhaave, en Lange Sint Agnietenstraat, está la ecuación de Einstein de la relatividad general. Para este mural se eligió representar una de las consecuencias de la relatividad general que son las lentes gravitacionales. En su travesía por el cosmos, la trayectoria de la luz es desviada y torcida por los objetos masivos que encuentra a lo largo de su viaje. Galaxias o cúmulos de galaxias tienen el poder de actuar como inmensas lupas cósmicas o lentes gravitacionales, tal como los lentes ópticos. Este maravilloso efecto se puede apreciar con mucha claridad en la primera imagen del campo profundo recientemente publicada por el telescopio James Webb. Hoy los astrónomos de la universidad de Leiden se ocupan de estudiar los mecanismos de formación de las estrellas y sus sistemas planetarios; de cómo se formaron las galaxias y los agujeros negros en el universo temprano y de investigar signos de vida en planetas fuera del sistema solar.

Fórmula de Einstein sobre las lentes gravitacionales, en una de las fachadas del centro de Leiden. Foto: Leidse Muurformulen

Para los amantes de la astronomía, Leiden ofrece tres planes únicos:

El observatorio más antiguo del mundo, una visita imprescindible

En el corazón de Leiden, rodeadas por espejos de agua, emergen orgullosas las cúpulas del observatorio antiguo de Leiden. Entrando por el Jardín Botánico (Hortus), hacia el sur, se encuentra el centro de visitas del observatorio, que cada año presenta una exhibición diferente. Este año, la exhibición aborda la pregunta: ¿Cómo imaginamos a nuestro planeta? Además, casi todos los días ofrece un tour guiado por estudiantes de astronomía para acercar a los visitantes a los telescopios históricos. Ocasionalmente, la sociedad de astrónomos aficionados organiza eventos donde invitan al público general a observar a través de los telescopios. Información sobre las actividades y eventos puede encontrarse aquí.

La noche de las estrellas

Cada dos años, EuroScience, la Asociación Europea para el Avance de la Ciencia y la Tecnología, elige una ciudad europea como Ciudad de la Ciencia, título que fue otorgado a Leiden para 2022. En este marco, el 25 de septiembre, el observatorio antiguo organiza una jornada de puertas abiertas, donde habrá talleres y otras actividades de entretenimiento alrededor del tema de la astronomía. Pero además, el broche de oro tendrá lugar esa noche, cuando se apagará las luces de la ciudad, entre las diez y las once y media de la noche y en las inmediaciones del observatorio. Promovida por la UNESCO y el artista Daan Roosegaarde, esta actividad pretende mostrarnos, si el clima lo permite, cuánto cielo nos ha robado la contaminación lumínica y admirar, por unos minutos, un cielo parecido al que tal vez disfrutó Christiaan Huygens cuando estudiaba los anillos de Saturno.

Estrellas y galaxias en el bar

El último lunes de cada mes, los astrónomos de la universidad de Leiden comparten su pasión por el cosmos con el público general en el Grand Café De Burcht. El evento, Astronomy on Tap, combina breves charlas divulgativas y juegos donde aprendemos sobre los hitos astronómicos de nuestra era, mientras disfrutamos de una cerveza y de las tapas clásicas holandesas. Los eventos son en inglés y la entrada es libre a partir de las 8:00 de la tarde

Tras las huellas de Huygens

Christiaan Huygens fue uno de los científicos más influyentes en la historia de la humanidad. Sus descubrimientos —que abarcan desde la mecánica hasta la astronomía— tuvieron un peso tremendo en la revolución de la Física del siglo XVII. Calculó el periodo de rotación de Marte y su diámetro con una precisión asombrosa; y fue el primer astrónomo en dibujar un mapa de su superficie. Mientras estudiaba detalladamente los anillos de Saturno descubrió a Titán, la primera luna de Saturno jamás observada. Además, fue inventor e innovador: sus observaciones y descubrimientos astronómicos los hizo con telescopios diseñados por él mismo y construidos junto a su hermano mayor Constantijn. Inventó el reloj de péndulo y propuso la fórmula matemática que describe su movimiento, fórmula recordada en uno de los murales de Leiden.

La casa Hofwijck

Christiaan Huygens nació el 14 de abril de 1629 en el seno de una familia holandesa sumamente influyente. Su padre Constantijn —abogado, músico y poeta— fue secretario y asesor de la Casa Real de Orange. Constantijn Huygens, padre, mandó construir una casa de verano en Voorburg: la casa Hofwijk. Allí, Christiaan pasaba los veranos con su padre y fue el lugar donde hizo muchos de sus estudios astronómicos. Tras haber sido rescatada dos veces de la demolición, Hofwijck, felizmente, abrió sus puertas como museo en 1913. Rodeado por espléndidos jardines, este pequeño museo guarda una colección significativa de objetos de la familia Huygens, así como documentos y libros que incluyen los tratados de astronomía de Christiaan y los poemas de su padre Constantijn. En el ático hay un pequeño museo de ciencias donde se exhiben los trabajos de Christiaan, incluyendo encantadores modelos de sus inventos mecánicos, algunos de sus telescopios y sus libros originales de astronomía con sus preciosas ilustraciones. La casa Hofwijck se puede visitar de miércoles a domingo.

La casa museo de la familia Huygens, Hofwijk, cerca de La Haya.

El sábado 8 de octubre, en el marco de La Noche de los Museos en La Haya, Hofwijck organiza una actividad para observar las estrellas, entre las 8:00 de la tarde y la 1 de la madrugada, en colaboración con el observatorio de Rijswijk, un pequeño observatorio que encierra la paradoja de hallarse en las proximidades de un océano de invernaderos repletos de luces capaces de aclarar la noche más oscura.

Reliquias de Christiaan Huygens en los museos de Holanda

La casa de verano de los Huygens no es el único lugar que celebra al genio de Christiaan. El Museo Boerhaave de Ciencias y Medicina, premio al mejor museo europeo de 2019, atesora una impresionante colección de astronomía que incluye los telescopios más antiguos de los Países Bajos y las lentes originales que construyó Chritiaan Huygens con su hermano Constantijn. Esta pequeña joya escondida está ubicada a solo quince minutos caminando del observatorio antiguo de Leiden.

Y entre automóviles y otras joyas del motor, escondidos en una sala aparte, el museo Louwman alberga una gran colección de telescopios antiguos que durante décadas ha ido enriqueciendo su dueño, Peter Louwman. Entre ellos se puede ver una pieza que él mismo encontró en una tienda de lentes antiguas en Roma, durante uno de sus viajes de vacaciones.

Colección de telescopios antiguos del museo Louwman. Foto: Bas Griffioen

Lauwersmeer, un oasis de oscuridad

La modernidad nos ha robado los cielos estrellados y, en particular, a nuestra galaxia, la Vía Láctea. De acuerdo con la oficina nacional estadounidense de los Océanos y la Atmósfera (NOAA), seis de cada diez europeos no pueden ver la Vía Láctea debido a la polución lumínica de las ciudades europeas. La sobrecarga de luz artificial no solamente hace desaparecer las estrellas del cielo, también altera el sueño y otros ritmos biológicos, de nosotros y de muchas otras especies de plantas y animales. La contaminación lumínica es capaz de afectar todo un ecosistema, es tan atroz como la contaminación del agua o del aire. La mala noticia es que precisamente los Países Bajos es el país con la mayor contaminación lumínica de Europa. La buena es que al norte, en la frontera entre Friesland y Groeningen, se encuentra un lugar único: el Parque Nacional Lauwersmeer.

La oscuridad de este parque es tan excepcional que la Asociación Internacional del Cielo Oscuro lo ha acreditado oficialmente como Parque de Cielo Oscuro. Allí, en medio de la naturaleza y del firmamento más estrellado de los Países Bajos, se puede distinguir claramente la Vía Láctea y quizás, con un poco de suerte, se puede disfrutar de las auroras boreales. Es el lugar favorito de los aficionados a la astronomía y de la naturaleza en Holanda.

Para los que deseen pasar la noche allí, se pueden alojar en un camping en el corazón del parque, frente al lago, o en el encantador pueblo vecino, Anjum. El área cuenta con instalaciones recreacionales para los niños y varios cafés y restaurantes, algunos muy bien recomendados en Tripadvisor. Y si queremos salir del ambiente bucólico por un rato, a quince minutos en auto de Anjum se encuentra el restaurante De Waard van Dokkum, reseñado en la guía Michelín.

Vídeo de una aurora boreal vista en Lauwersmeer en 2016. 

El planetario mecánico más antiguo del mundo

Escondido en una tímida casa con techo de dos aguas en el pueblo frisio de Franeker se encuentra el planetario mecánico en funcionamiento más antiguo del mundo. Cuenta la leyenda que su creador, el astrónomo aficionado Eise Jeltles Eisinga, lo diseñó y construyó en su sala de estar para explicar el movimiento de los planetas y refutar una predicción escandalosa e infundada. La madrugada del 8 de mayo de 1774 Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y la Luna aparecieron en conjunción. Un sacerdote de la ciudad vecina publicó un ensayo asegurando que en esta posición los planetas serían capaces de «empujar» a la Tierra hacia el Sol donde se quemaría completamente. Sea cual fuere su motivación, para combatir las «fake news» del prelado o simplemente por amor a la astronomía, Eisinga terminó su modelo mecánico de seis planetas en 1781, artilugio que todavía hoy funciona con asombrosa precisión.

La casita de Eisinga en Franeker que conserva su curiosa decoración y muebles originales, hoy convertido en museo, exhibe orgulloso el título de «Planetarium». Su importancia histórica y el valor incalculable de sus objetos le hizo merecedor del título «Royal» ( Royal Planetario Eise Eisinga) en 2006 y de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Vamos al espacio en Noordwijk

La exploración del espacio exterior es sin duda una de las aventuras más emocionantes de la humanidad. Aprovechando que el pueblo costero de Noordwijk es hogar del Centro Europeo de Investigación y Tecnología del Espacio de la Agencia Espacial Europea (ESA ESTEC) y conscientes de la importancia estratégica y científica de la ESA, la Reina Beatriz de los Países Bajos y su hijo el Príncipe Frisio impulsaron la creación de la primera exhibición europea permanente sobre espacio exterior, la Space Expo.

Entre los platos fuertes de su colección, la Space Expo cuenta con un modelo a escala real de la Estación Espacial Internacional y otro del módulo de aterrizaje Eagle que llegó a la Luna en 1969 durante la misión Apolo 11. Además, exhibe la cápsula espacial original Soyuz donde viajó el astronauta neerlandés André Kuipers a la Estación Espacial Internacional. La cápsula se muestra tal y como quedó después de haber sido abrazada por las llamas en su entrada a la atmósfera después de cumplida su misión. En la sección de astronomía, entre las atracciones más populares, hay un meteorito auténtico que se puede tocar. Y es que el Space Expo es un museo interactivo: la mayoría de las muestras expuestas se pueden penetrar, tocar o explorar para extraer información educativa.

Además, cada año, ESA-ESTEC abre sus puertas a miles de visitantes. Este 2 de octubre, el open day de la agencia europea mostrará modelos de sus proyectos actuales y futuros así como de instrumentos de observación astronómica en telescopios espaciales como el James Webb. Pero sin duda uno de los momentos favoritos de adultos y niños es ver y escuchar a los astronautas de carne y hueso. Este año estarán presentes el astronauta alemán Matthias Maurer, quien acaba de llegar de su primera misión a la Estación Espacial Internacional, y el veterano astronauta neerlandés André Kuipers. Los visitantes del Día de Puertas Abiertas de la ESA-ESTEC tendrán entrada gratuita a Space Expo y al festival espacial al final de su recorrido.

Radio astronomía, observaciones de lo invisible

La astronomía holandesa continúa hoy produciendo una cantidad impresionante de conocimiento. ¿Cómo es posible que a pesar del pésimo clima, conocido por todos, y de estar inmersos en la región más contaminada con luz artificial de Europa, Holanda siga a la vanguardia de esta ciencia?

El secreto se llama radioastronomía. Así como la astronomía óptica, los telescopios de radioastronomía capturan la luz de las estrellas y las galaxias pero en un espectro de «colores» que es invisible a nuestros ojos. Tal como lo dice el nombre, estos «colores» invisibles son señales de radio, como las que usaban los primeros televisores para recibir la información de las imágenes y sonido. El descubrimiento de la radioastronomía liberó al astrónomo de los problemas ambientales, pues las ondas de radio se pueden captar desde la Tierra en casi cualquier clima y a toda hora: durante el día y la noche. Por esta razón, Holanda puede contar con el radiotelescopio de baja frecuencia más grande de la Tierra, LOFAR, que comenzó como un proyecto neerlandés y se extendió por toda Europa.

La radioastronomía nos permite observar el universo temprano, cuando se formaron las primeras estrellas y galaxias. Además, las ondas de radio pueden penetrar regiones del cielo opacas, nubes gigantescas de polvo que esconden a los telescopios ópticos sistemas planetarios enteros.

Para aprender sobre las maravillas cósmicas descubiertas a través de la radioastronomía neerlandesa, recomendamos acercarse a la jornada de puertas abiertas del observatorio LOFAR que tendrá lugar el 2 de octubre, en el corazón del parque nacional Dwingelderveld, en la provincia de Drenthe. Otro motivo más para escaparse del concurrido Randstad y disfrutar de una Holanda menos poblada de gente y más llena de estrellas.