Según el plan de salida expuesto por el primer ministro Mark Rutte, cada 15 días se irán relajando las medidas siempre que la capacidad hospitalaria lo permita y los ciudadanos respeten el metro y medio de distancia, la cual se convierte en la regla de oro. A partir del 11 de mayo se podrán practicar deportes que no requieran contacto, abrir las puertas de las bibliotecas públicas y podrán volver al trabajo las peluquerías, masajistas, ópticas y otras profesiones que sí son de contacto, siempre con cita previa y manteniendo la distancia social entre los clientes. El profesional podrá preguntar sobre el estado de salud del cliente en el momento de planear la cita. El uso de mascarillas no es obligatorio. El 1 de junio se reinicia la educación secundaria y podrán reabrir cafeterías, restaurantes, museos, cines y teatros, con reserva previa y un aforo máximo de 30 personas. Las terrazas también pueden abrir pero se tendrá que garantizar el metro y medio de separación entre los clientes. También el transporte público podrá volver a la frecuencia habitual pero la capacidad será del 40% y todos los viajeros deberán llevar mascarilla dentro del vagón o autobús ya que la distancia social no podrá garantizarse. Rutte ha recalcado que «la recomendación de los expertos no ha cambiado: la evidencia científica sobre la eficacia de las mascarillas fuera del ámbito sanitario sigue siendo escasa pero sí se observa un valor añadido para los casos en los que la distancia entre individuos sea pequeña». El Gobierno no las proveerá y estas no podrán ser médicas, «se usan para proteger a los demás, no a nosotros mismos frente al virus». A partir del 15 de junio los centros de formación profesional podrán reiniciar las clases y los exámenes y a partir del 1 de julio se espera poder ampliar el aforo en los espacios públicos, de 30 a 100 personas, también para misas, funerales y bodas, manteniendo la distancia social. Eventos, gimnasios, saunas, cantinas deportivas, coffeshops, casinos y prostíbulos permanecerán cerrados hasta el 1 de septiembre. El ministro de Salud Pública Hugo de Jonge ha asegurado que a partir del 1 de junio todo aquel que presente síntomas podrá ser testado, al igual que el resto de trabajadores de los sectores antes mencionados. La estrategia de testar, trazar y monitorizar a los infectados sigue siendo crucial para la salida total del confinamiento, y para ello todavía no se cuenta con una app óptima. Rutte ha pedido que se trabaje el mayor tiempo posible desde casa durante los próximos meses, que se eviten las multitudes y no se viaje en las horas punta, «ahora más que nunca es la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros clave, más vale prevenir que curar» ha asegurado. También ha concluido diciendo que sin las medidas implementadas, habrían sido 23.000 y no 1.424 los enfermos graves por Covid-19 en cuidados intensivos. Fuente: NOS