Desde el 1 de junio cualquier persona con síntomas compatibles con la Covid-19 podrá ser testada en un GGD, los centros municipales de salud, sin intervención previa de un médico de familia o de empresa. Estos últimos creen imprescindible que se les informe de los casos positivos a ellos o a los servicios de seguridad e higiene en el trabajo, porque conocen bien la situación específica de los empleados en el trabajo y en casa, lo que según ellos no se da en los GGD. Sin un asesoramiento bien fundado, se correría el riesgo de que los empleados volvieran al trabajo demasiado pronto e infectaran a sus colegas. “No debemos asumir el riesgo de que los empleados, sin el asesoramiento de expertos, puedan decidir por sí mismos cuándo ya no hay riesgos para la salud y se puede reanudar el trabajo”. Fuente: De Telegraaf