Por problemas técnicos que no se especifican, la empresa de recogida de residuos de Ámsterdam tuvo que cerrar a comienzos de julio cuatro de sus seis incineradoras, por lo que se enfrenta a un problema de gestión de la basura a la que no se puede sumar la procedente del extranjero. Y es que del total de la que se quema en Países Bajos, el 20 por ciento procede de fuera, sobre todo de Reino Unido, una cantidad que el sector pretende reducir cuanto antes. La patronal advierte al Gobierno de que si en diez días no se ha resuelto el problema de su incineración, la basura acumulada quedará almacenada y no se recogerá más hasta nuevo aviso, una crisis que podría afectar no sólo a la capital. Fuente: NOS