El pasado miércoles a las 7.30 de la mañana, el abogado penalista Derk Wiersim fue asesinado de un tiro cuando salía de su casa en Ámsterdam. Sin escolta, Wiersum se encargaba de la defensa de Nabil B., testigo principal en el llamado caso Marengo contra Ridouan Taghi y Said Razzouki, cabecillas de una organización criminal de tráfico de drogas, “asesina y bien engrasada” como califican desde el Ministerio Público. El hermano de este testigo, que regentaba un comercio legal en la capital, fue asesinado el año pasado. El Gobierno ha prometido que aumentará las medidas para garantizar la seguridad de los abogados, fiscales y jueces implicados en el caso mientras que desde el Colegio de Abogados de Ámsterdam consideran este asesinato como un ataque al Estado de Derecho holandés y una constatación del endurecimiento del crimen organizado en el país. Fuente: NOS