Nunca he sido muy amiga de las webs que se dedican a valorar restaurantes. Es bien sabido que, al menos durante mis últimos años en España, la gran mayoría de las valoraciones están manipuladas bien por el propio restaurante, bien por clientes despechados o incluso por la propia competencia, quien se dedica a desacreditar al restaurante vecino.
Por eso no me dejé impresionar cuando oí que C’est ça estaba entre los locales mejor puntuados de Utrecht de una conocida web de valoración de restaurantes. Sin embargo, C’est ça continuaba apareciendo entre las listas de los mejores restaurantes de la ciudad de otras webs y blogs, y eso ya me hizo dudar de mi propia teoría. Cuando intenté reservar mesa para cenar un sábado y me dijeron que estaban llenos, mi teoría conspiratoria sobre las webs de valoración de restaurantes se fue al suelo: difícilmente un mal restaurante está lleno un fin de semana.
C’est ça no es un restaurante cualquiera. Ubicado en el tranquilo barrio de Wittevrouwen (Bollenhofsestraat 142, Utrecht), a no más de 15 minutos andando del centro de la ciudad, una se siente como en su propia casa nada más entrar. Con una decoración clásica, pero cuidada, la sala es acogedora y dispone de mesas pequeñas, así como otras para grupos más grandes. Comer en la mesa del chef, ubicada al lado de la cocina es una de las experiencias que ofrecen al comensal que viene en grupos grandes.
La cocina de C’est ça aúna el estilo de cocina francesa con detalles propios del chef, sin una carta específica para el comensal. El restaurante dispone de 3 menús sorpresa, uno de 3 platos, otro de 4 y un último de 5, a precios bastante asequibles, los cuales pueden maridarse con diferentes tipos de vino si así se desea.
Nosotros nos decantamos por el menú de 3 platos con maridaje incluido, el cual degustamos con fruición. Llevo varios días debatiéndome si desvelaros o no el menú, puesto que es sorpresa y claro, tampoco quiero fastidiarles la historia a los chicos de C’est ça. Sin embargo, cambian el menú cada semana, ya que trabajan con proveedores locales y se adaptan a la temporada de los ingredientes, así que continúo escribiendo con la conciencia tranquila. Tras preguntarnos si teníamos alguna alergia, intolerancia o había algún ingrediente que no comiésemos, comnezó el baile de platos. Así pues, paso a detallaros nuestro menú.
La casa nos obsequió con un petit-four salado en forma de cesta crujiente que combinaba un relleno de brócoli y naranja, una unión de sabores que jamás pensé que fuese tan acertada.
El primer plato constó de pechuga de pato con mousse de su hígado, sauerkraut y salsa de higos. Carne en su punto, mousse ligera pero sabrosa, y un sauerkraut con la acidez justa para limpiar la boca entre bocado y bocado. Nos maridaron el plato con un vino tinto del norte de Italia, muy suave, de pocos taninos, pero con notas a frutos rojos y caramelo. Gran fallo el mío el de no apuntarme los nombres de los vinos… ¡tendréis que ir para descubrirlos! 😉
El segundo plato llegó con una generosa pieza de halibut con achicoria, hinojo y una salsa de mantequilla. Personalmente tengo un problema con los puntos de cocción del pescado en este país. Para mi gusto están siempre demasiado cocinados por lo que al ver el tamaño de la pieza del pescado me temí lo peor. Afortunadamente, la cocción era buena, aunque a mí me sigue gustando un poco más jugoso. En cualquier caso, disfruté de mi plato y del vino que lo acompañaba, un blanco portugués delicioso y refrescante.
Llegamos a los postres, donde el comensal tiene libertad de elección: dulce o plato de quesos. Nos decantamos por el dulce, un suave pastel de queso con lámina de chocolate, pistachos y salsa de cerezas absolutamente delicioso.
Terminé la noche entendiendo por qué C’est ça está siempre lleno el fin de semana: un restaurante donde tratan al cliente y al producto tan bien, nunca puede estar vacío.
Menú
- Petit fours: Cesta de brócoli a la naranja.
- Pechuga de pato con mousse de su hígado, sauerkraut y salsa de higos.
- Halibut con achicoria, hinojo y salsa de mantequilla.
- Tarta de queso con lámina de chocolate, pistachos y salsa de cerezas.
Precio: 33,50 € por persona; maridaje con vino, 11€ extra por persona.
Pista: ¿vas a pasar las Navidades en Holanda? C’est ça ofrece dos días de ambiente navideño con el clásico menú de cinco platos adaptado a las fiestas navideñas. Velas, decoración festiva, antorchas en la entrada y vestuario elegante para pasar una velada especial con familiares y amigos en este trocito de Francia en Utrecht. Más información aquí