No es por casualidad que el campo holandés esté salpicado de caminos para ir en bicicleta. En su afán por disfrutar al máximo de una naturaleza intervenida pero aparentemente salvaje, los holandeses han diseñado cientos de rutas para recorrerla sobre dos ruedas. Pensadas para todo tipo de ciclistas, estas rutas tienen el denominador común de estar alejadas de las arterias principales del país y de servir para uso exclusivo de la bici, por lo que el pedaleo seguro y placentero está asegurado. Gaceta Holandesa propone cinco escapadas por áreas muy distintas de su geografía, desde los castillos sureños de Valkenburg hasta los lagos y pueblos frisios más pintorescos.
Historia y naturaleza en Utrecht
A las afueras de la ciudad de Utrecht se encuentra el antiguo pueblo de Haarzuilens, desde cuyo castillo del siglo XIX arranca una bonita ruta circular de doce kilómetros. Largas extensiones de pasto circundan las hectáreas de la propiedad perteneciente al castillo De Haar, hoy monumento nacional, que también cuenta con un paraje llamado “Klein Limburg” diseñado a principios del siglo XX para recrear el paisaje del sur de Holanda. Se trata de una de las rutas sencillas y más recomendadas de la página web de Natuurmonumenten, la organización de conservación de los espacios naturales más importante de Holanda.

Castillo De Haar, inicio de la ruta © Kasteel de Haar
Friesland desconocida
La provincia de Friesland, al norte de Holanda, fue reconocida en 2015 como la región con las rutas para bicicleta más atractivas del país. Y entre todas ellas, la llamada “Lytse Marren” ocupa el primer lugar. De 45 kilómetros de longitud, comienza en el pueblo frisio de Bolsward y atraviesa otras localidades características de esta región, salpicada de molinos centenarios e iglesias pintorescas, a lo largo de las orillas de lagos y canales.
Por los castillos de Valkenburg
Valkenburg, en la región de Limburg, es uno de los pueblos más visitados de Holanda. Su paisaje de suaves colinas y los castillos típicos de esta región del sur la convierten en un destino diferente al resto del país, un cruce de caminos próximo a las fronteras belga y alemana. Esta región cargada de historia ofrece múltiples recorridos para las dos ruedas entre las que destaca una de veinte kilómetros que permite visitar los castillos más conocidos. Comienza en Schaloen, un castillo del siglo XVI hoy convertido en hotel.
Sumergirse en un paisaje de lienzo
Una de las propuestas más originales que ofrece la organización Natuurmonumenten es este sendero por el paisaje que sirvió de inspiración a los pintores de la escuela de La Haya en el siglo XIX. En un intento por escapar de la Holanda más urbanizada, la ruta de veinte kilómetros transcurre a lo largo de un área de marismas próxima a Alphen aan de Rijn y propone paradas en puntos específicos que artistas como Anton Mauve recrearon con precisión en sus lienzos. Se trata de una introducción original a la Holanda más costumbrista que comienza en el centro de visitantes de Nieuwkoopse Plassen.

Una de las estampas que pueden recorrerse en la ruta «La Holanda más bella» que propone Natuurmonumenten
Holanda de sur a norte
Como si de un Camino de Santiago contemporáneo se tratase, el Pieterpad es, con sus 492 kilómetros, la ruta para caminantes más larga del país. Fue concebida en 1983 por dos amigos procedentes uno de Maastricht y otro de Groningen, empeñados en comunicar ambas ciudades por caminos que pudieran recorrerse a pie. Hoy en día es el mayor reto para los ciclistas aventurados que deseen conocer en profundidad el campo holandés. En esta página puede consultarse el recorrido en inglés, si bien el único libro editado sobre ella está en holandés.

Mapa del recorrido de la Pieterpad, resaltada en rojo