El Gobierno holandés invertirá 75 millones de euros en introducir vida en el Grevelingenmeer de Zeeland, cerrado por completo al mar en los años setenta como parte del Plan Delta. Pero resucitar a este “cementerio marino” añadiendo oxígeno al agua provocará, según el Worldwide Fund for Nature, que el nivel del agua suba medio metro, haciendo desaparecer gran parte de las islas del lago y sus marismas, y “la naturaleza que ha sido protegida hasta ahora se ahogará… Tenemos que proteger el ecosistema detrás de la presa para no arrepentirnos de este movimiento más tarde», advierten desde la organización. Fuente: Dutch News