Que Ámsterdam sea capital sin castillo no significa que no haya estado bien defendida. La ciudad está rodeada por cuarenta y cinco fuertes que la han salvaguardado durante más de un siglo. Declarados Patrimonio de la Humanidad, conforman la llamada “Línea Defensiva de Ámsterdam”, un cinturón militar de 135 kilómetros de largo, con capacidad para albergar a trescientos hombres en cada fuerte y situados a más de quince kilómetros de la plaza Dam, con el fin de servir de esclusas para inundar de agua el perímetro de la capital en caso de amenaza. Su gran eficacia ha podido ser el motivo por el que nunca se hayan puesto en funcionamiento, ya que amedrentaban al enemigo antes de que éste llagara a acercarse, como dicen que ocurrió con los alemanes durante la Primera Guerra Mundial. Hoy la gran mayoría de estos fuertes se conservan gracias a asociaciones e iniciativas particulares y pueden visitarse durante el verano. Otros, como ocurre con muchos monumentos en Holanda, se han reinventado cobrando vida de nuevo: un museo de arte contemporáneo, una bodega que ofrece catas de vino e incluso un hotel de diseño con spa son las propuestas más originales.
Fort Abcoude – Es el fuerte más antiguo, construido en 1897. Por primera vez se utilizó cemento para su edificación en lugar de ladrillo, y así hacerlo resistente frente a impactos de artillería. La naturaleza le ha ganado terreno y hoy es un monumento que merece la pena visitar por su enclave así como por las visitas guiadas cada dos sábados organiza la fundación que lleva su nombre.

Exterior del fuerte Abcoude, hoy prácticamente en ruinas © Stelling van Amsterdam
Fort Aan de Ham – Este fuerte construido a principios del siglo veinte alberga un museo de la Segunda Guerra Mundial. Si bien en los años cuarenta la línea defensiva ya había entrado en desuso, el museo refleja con todo detalle cómo habría sido la vida de los soldados en el fuerte. Muy próximo a éste se encuentra otro museo de aviación militar, en el fuerte Bij Veldhuis.

Reproducción de una de las salas del fuerte en el museo Aan de Ham © Stelling van Amsterdam
Pampus – Hace más de un siglo se construyó esta isla-fortaleza con el fin de prevenir un posible ataque por mar, a través del Ijselmeer. Ha sido ocupada por militares, en un episodio muy breve durante la Primera Guerra Mundial; por estudiantes, en los años sesenta; y por cientos de turistas, en la actualidad. Cerrada al público desde 1933, fue restaurada tras el saqueo sufrido durante la Segunda Guerra Mundial y desde hace una década está abierta al público. La visita combinada con el castillo Muiderslot hace de esta atracción turística un viaje a las historias de los caballeros de cuento y al espionaje del 007 más sesentero.
Noticia televisada sobre la «toma» de Pampus por los estudiantes en 1962
Fuertes reinventados
Hotel y Spa – El Fort Resort Beemster es un hotel con sauna, playa artificial, restaurante al aire libre y diez habitaciones de lujo. Resulta difícil imaginar que este lugar que pretende emular los placeres de una isla paradisíaca fuera concebido como un enclave militar. Del que fue el fuerte de Aan de Nekkerweg sólo queda su nombre grabado en la fachada que da acceso: aquí la única munición son las velas aromáticas; las literas castrenses han sido sustituidas por lujosas camas Nilson y el único uniforme permitido es el albornoz. Existe la posibilidad de disfrutar del spa sin alojarse en el hotel y el último domingo de cada mes éste se abre a familias con niños.

Una de las salas comunes del hotel y spa © Fort Resort Beemster
Cata de vinos y creps holandeses – En uno de los fuertes cercanos al aeropuerto de Schiphol, el Fort aan de Drecht, el olor a buen vino traspasa los muros a prueba de bombas. Cinco expertos, entre ellos varios enólogos, ofrecen catas abiertas todos los sábados para que el que lo desee pueda degustar los caldos que han ido seleccionando en sus viajes por España, Italia y Francia. Desde principios de este año organizan también cursos de cata de cinco días de duración. Junto a la bodega, la otra mitad del fuerte alberga un restaurante de pannenkoeken o creps típicos holandeses, la propuesta perfecta para disfrutar en familia de una cena sencilla en un fuerte con historia.

Entrada al fuerte Aan de Drecht que alberga una bodega y un restaurante © Stelling van Amsterdam
Un castillo de cuento – Aunque fue construido mucho antes que los fuertes, el castillo de Muiden o Muiderslot, una de las principales atracciones turísticas de Holanda, también forma parte de la línea defensiva de Ámsterdam. Construido por primera vez en el siglo XIII, conserva todos los elementos propios de un castillo medieval: el foso, un puente levadizo, sus torres y almenas así como un jardín proyectado por uno de sus últimos dueños, el poeta e historiador P.C.Hooft. En su interior, un museo nacional recrea la vida de los caballeros medievales en una ruta guiada pensada con detalle para los más pequeños. Cada fin de semana se organizan exhibiciones de aves rapaces.

Vista aérea del Museo Nacional Muiderslot, al que sólo puede accederse a pie ©Muiderslot
El fuerte del arte – Rodeado por un foso doble, el llamado Fuerte del Arte o Kunstfort es un museo dedicado al arte contemporáneo. En su interior, sus cúpulas acogen obras de artistas emergentes que cuestionan el mundo que nos rodea, mientras la llanura del exterior se convierte en un jardín de esculturas y propuestas artísticas muy lejos de la idea original del fuerte. La fundación encargada de la gestión del museo ha sabido aprovechar el enclave para unir el mundo del arte contemporáneo con la historia bélica de Holanda tal y como se puede apreciar a través de su recién inaugurada exposición «Bedazzle» con la que interpretan la técnica de abstracción geométrica utilizada en la Primera Guerra Mundial para camuflar a los barcos. El museo cuenta con un restaurante y está abierto al público los miércoles, sábados y domingos.

Una de las salas del museo en el antiguo fuerte de Vijfhuizen ©Kunstfort
Toda la información sobre la Línea Defensiva de Ámsterdam, Patrimonio de la Humanidad, puede consultarse aquí.
[…] 07/07/2016 […]