Se levanta la veda. Durante las próximas dos semanas, fotógrafos aficionados en busca de la instantánea con el tulipán más colorado o los jacintos más hermosos enfilan sus coches en las cunetas de las carreteras secundarias para cazar la esencia de la primavera holandesa. El espectáculo es sin duda único pero las formas de disfrutarlo son múltiples. En coche o en bici, admirar las flores no tiene por qué limitarse a eso: las tres regiones conocidas por sus campos de bulbos ofrecen rincones con encanto para comer o alojarse y diversas actividades para disfrutar del día y la noche. Gaceta Holandesa propone varias rutas en las que la foto junto al tulipán se puede completar con una experiencia gastronómica, cultural o al aire libre que dejará huella más allá del clic.

Noordoostpolder

La región creada sobre un pólder hace menos de un siglo cuenta con el mayor número de hectáreas de bulbos en flor. Entre el 22 de abril y el 7 de mayo, el Festival de los Tulipanes (Tulpenfestival) organiza numerosas actividades como un paseo guiado por los campos (22 de abril) o talleres para realizar mosaicos con flores. Este año, el llamado Dutch Design centra la temática de los festivales florales a nivel nacional y los del Noordostpolder han querido hacerse notar: muy cerca del centro de información donde se reservan las rutas por los tulipanes se encuentra un “cuadro floral” inspirado en la obra de Mondriaan de seis mil metros cuadrados. Los más entusiastas pueden reservar un vuelo en helicóptero por 90 euros el cuarto de hora. Alquilar unas bicis es una de las opciones preferidas, y además de las flores, se pueden hacer un par de paradas en varios lugares de interés: la isla escondida de Schokland, patrimonio de la Humanidad por la Unesco, o el pueblo de Nagele, un experimento arquitectónico que todavía conserva una iglesia y algunos barrios diseñados en los años cincuenta por arquitectos de la Escuela de Ámsterdam. Aldo van Eyck, Gerrit Rietveld o el arquitecto de jardines Mien Ruys dejaron su impronta en este lugar que se convirtió en el laboratorio a gran escala donde la arquitectura moderna de la época pudo recrear una ciudad entera. Al ser una zona menos turística, alojarse en casas de particulares es la mejor alternativa. Si bien una granja como la de Het Vijde Seizoen puede hacer sentir al visitante como los primeros granjeros que llegaron al Noordoostpolder, la organización Vrienden op de Fiets ofrece alojamiento en casas particulares con la única condición de que se llegue en bici.

Lisse

En la región de Zuid-Holland, entre Leiden y la costa, se suceden los campos de tulipanes más fotografiados del país. Con el Keukenhof como mayor reclamo turístico, son muchos los turistas que se lanzan a las dos ruedas para recorrer las rutas más recomendadas. Los pueblos de Hillegom, Lisse y Noordwijkerhout ofrecen en sus páginas web todo tipo de rutas y recomendaciones tanto en inglés como en holandés. Para completar la experiencia floral, la granja Annemieke’s Pluktuin ofrece la posibilidad de cortar las flores que cada uno desee para llevarse un ramo de recuerdo. Y el museo De Zwarte Tulp, en el centro de Lisse, puede ser la parada idónea para recrearse con los bodegones de arte floral y otras muchas obras de su colección exclusivamente dedicada a estos bulbos. Cuenta con un bonito café, junto al jardín trasero. Para aquellos que busquen una jornada especial fuera del circuito más transitado, el restaurante Het Oude Dykhuys ofrece un menú elaborado tanto para comer como para cenar y su servicio y calidad le han valido una mención especial en la guía Michelín. Para dormir, el castillo Oud Poelgeest, en la localidad de Oegstgeest, que en el siglo XVII fue la vivienda del conocido médico y profesor Boerhaave, ofrece habitaciones dobles por 100 euros la noche.

Bergen

El Bergen holandés se encuentra al norte de Ámterdam y es conocido por las colonias de artistas que se instalaron allí desde principios del siglo XX. Vecino de Bergen aan Zee, un destino vacacional de muchos habitantes de Ámsterdam, a las rutas por los campos de bulbos se suman numerosas propuestas que merecen una jornada de visita. Junto a Egmond aan den Hoef y Alkmaar, los tres pueblos forman parte del llamado Noordelijkebollenstreek, y son muchas las páginas web que ofrecen rutas a pie o en bici por esta zona. Además de los tulipanes, la excursión no puede terminar sin una visita al casco histórico de Alkmaar. En su plaza central se celebra cada viernes el tradicional mercado del queso y la heladería Laan es una parada obligada para los amantes del dulce. Aunque deberán conformarse con un único sabor, el que desde hace décadas ha situado a estos maestros heladeros entre los mejores del país. En Bergen merece la pena visitar el museo Kranenburgh, cuya lograda mezcla de estilos arquitectónicos alberga exposiciones de arte moderno y contemporáneo, en homenaje al carácter artístico de la ciudad. Si la ruta por los tulipanes deja con las ganas de más plan al aire libre, la zona cuenta con las dunas más altas y extensas de Holanda: el parque natural de Schoorlse Duinen, donde grandes espacios de arena se suceden entre bosque y todo tipo de plantas vivaces, como una orquídea blanca muy singular. El centro de información del parque organiza numerosas actividades en esta época del año: desde un paseo matutino para observar aves el sábado 15 de abril hasta una velada astronómica el 22 de abril a partir de las 21.30 horas.

Webs de interés para visitar los campos de flores

Hollen door de Bollen– Paseos para adultos y niños por los campos de Lisse
Tulips in Holland– Información semanal del momento de floración de cada tipo de bulbo
Holland.com
– Versión española de la web oficial de turismo en Holanda
Tulipomanía
– Algo de historia sobre la relación de Holanda con el tulipán