Además de ser dos palabras impronunciables para cualquier hispanohablante, ¿qué tienen en común estos dos destinos holandeses, tan alejados el uno del otro? Ambos están de fiesta este año. Mientras uno de ellos celebra su bicentenario, el otro es la Capital Europea de la Cultura de 2018. En La Haya, la playa de Scheveningen se llena de música y luz para conmemorar sus doscientos años de existencia mientras más al norte, en la ciudad frisia de Leeuwarden, la vida local se revoluciona con la celebración de más de seiscientas actividades en torno a la capitalidad europea. Y es que si en otro momento estos dos destinos atraían a turistas extranjeros casi por casualidad, en 2018 las agendas se solapan y no hay lugar para el descanso. Es el momento de tomar papel y lápiz y planear los próximos fines de semana con la cabeza puesta en estas dos localidades, que ofrecen desde bonitas vistas en lo alto de un cubo de cristal hasta noches de playa con fogatas por doquier.
Leeuwarden desborda cultura
La ciudad pesquera del norte del Holanda toma el testigo de la danesa Aarhus para convertirse este año en la Capital Europea de la Cultura. Desde la promoción de la cultura frisia hasta la celebración de eventos de calado internacional, como la exposición sobre el archiconocido Escher, nacido en Leeuwarden, la pequeña localidad ofrece cientos de actividades para todas las edades, que se multiplican en primavera y verano. Gaceta Holandesa ha seleccionado las más representativas de su amplio programa:
El lado frisio de Escher y la cerámica más tradicional
El artista gráfico más conocido que ha tenido Holanda, Maurits Cornelis Escher, nació en 1898 en Leeuwarden. Admirado todavía hoy por sus llamados “dibujos imposibles”, vivió entre Holanda, Italia y Suiza hasta su muerte en 1972. El museo de arte de la región, el Fries Museum, homenajea a su artista más internacional con una muestra tridimensional que recoge sus obras más importantes. A pocos minutos a pie puede visitarse también el museo de Cerámica, renovado en 2017. La colección, que incluye piezas de cerámica oriental y otras de artistas modernos como Karel Appel, se dispone en un entorno diáfano y vanguardista que contrasta con el edificio señorial del siglo XVII que lo alberga. Como curiosidad, en esta misma casa, entonces dividida en tres viviendas, nació el propio Escher.
- Arriba, fachada principal del Fries Museum © Ruben van Vliet.
- Museo de Cerámica en una casa del siglo XVII, ambos en Leeuwarden, Capital de la Cultura de 2018.
Un pájaro y un cubo de cristal
Uno de los atractivos turísticos de la ciudad y que puede visitarse entre los meses de abril y octubre es el campanario Oldehove, una torre edificada en 1529 y que comenzó a hundirse poco después, por lo que la iglesia de la que debería formar parte nunca llegó a construirse. Esta torre inclinada cuenta con un cubo de cristal en lo alto, desde el cual se pueden divisar unas bonitas vistas de la ciudad. Sin duda, un plan atractivo para las familias que visiten la ciudad con niños. También a ellos les gustará el museo de Historia Natural de Friesland, que hasta septiembre ofrece una exposición sobre el ave que es símbolo de la región, la aguja colinegra. En grupos reducidos, los niños podrán experimentar lo que es vivir como una de estas aves acuáticas a través de actividades interactivas de olores, sonidos y texturas.
- La torre inclinada es uno de los atractivos de la ciudad cuya oficina de turismo ofrece visitas guiadas en castellano © Huis aan Huis & Historischecentrum Leeuwarden
- La torre inclinada es uno de los atractivos de la ciudad cuya oficina de turismo ofrece visitas guiadas en castellano © Huis aan Huis & Historischecentrum Leeuwarden
Aire marinero y lanas de colores
Claudy Jongstra es artista visual y sus obras realizadas a partir de lanas teñidas artesanalmente forman parte de colecciones de museos como el Stedelijk y el Rijkmuseum en Ámsterdam, el Kunsthal en Róterdam o el MoMa en Nueva York. Su reconocimiento internacional no le impide seguir trabajando en el entorno idílico de una granja del norte de Holanda. Allí, a 12 kilómetros de Leeuwarden, organiza cada jueves desde un taller para aprender a teñir con tintes naturales hasta sesiones de yoga al aire libre o un recorrido por el huerto con almuerzo incluido. Una buena manera de conocer la cultural local de la mano de una de sus artistas de mayor renombre. La actividad estará en marcha hasta el mes de septiembre. Y para los que se hayan quedado con ganas de conocer algo más de la región, el pueblo pesquero de Woudsend, a media hora de Leeuwarden, cuenta con un encantador centro histórico que se llenará de ambiente entre el 4 y el 6 de mayo, cuando tendrá lugar el festival anual de barcos: más de sesenta embarcaciones típicamente frisias se concentrarán en su puerto mientras la fiesta sigue en la calle.
- El pueblo frisio de Woudsend durante la celebración del festival de embarcaciones de recreo que se celebra cada año. A la derecha, mural realizado a partir de lana teñida de la artista Claudy Jongstra, en el Fries Museum © Jeroen Musch
Scheveningen cumple 200 años
La playa de La Haya comenzó a ser destino para bañistas hace dos siglos, cuando se inauguró la primera “casa de baños”, obra del arquitecto Jacob Plonk. Esta dio lugar, en 1885, al hotel Kurhaus que todavía hoy en día protagoniza el paseo marítimo de esta playa urbana. Aunque compite con una noria, un largo espigón del que a menudo cuelgan aficionados del bungy jumping y bares, chiringuitos y restaurantes para todos los gustos, la majestuosidad del antiguo edificio y la extensión de la playa la dotan de carácter propio. Con motivo de este aniversario, a la apretada agenda que arranca en primavera y continúa en verano se suma este año una larga lista de eventos originales que bien merecen una visita:
20-21 de abril – La playa en llamas
A partir de la cinco de la tarde, decenas de fogatas iluminarán la playa durante estas dos jornadas que marcarán el pistoletazo de salida de la temporada playera. Al ritmo de dj’s y música en directo, se podrán disfrutar de conciertos gratuitos en dos escenarios improvisados sobre la arena y admirar los fuegos artificiales y el espectáculo de luz a partir de las ocho de la tarde.
Hasta el 12 de abril – Anillos en la arena
Veinte anillos de entre 150 y 300 metros conforman esta gigante escultura de arena que se puede visitar y pasear hasta el 12 de abril. Obra del artista Bruno Doedens, se presenta como el icono del aniversario y pretende reflejar el ritmo incesante de la playa, donde la arena se encuentra en constante movimiento por el efecto del viento y del mar.
De mayo a septiembre – El hotel improvisado
Para el que pueda escapar de la rutina semanal, entre los meses de mayo a septiembre se instala en la playa un StrandKamping: decenas de tiendas de campaña ofrecerán la posibilidad de dormir escuchando el mar entre los lunes y miércoles de cada semana, con la opción de alojarse hasta dos noches. Durante estos meses las tiendas se montarán en cuatro puntos diferentes a lo largo de la costa de La Haya y todas ellas cuentan con una peculiaridad que las hace únicas: su techo transparente. La reserva ofrece la posibilidad de desayunar y de utilizar las instalaciones de los chiringuitos más cercanos.
12 de mayo – Un viaje por la historia
A partir de las doce del mediodía, Scheveningen se llenará de objetos de época, entre ellos el velero que el ingeniero flamenco Simon Stevin diseñó en el siglo XVII y que fue utilizado por la realeza holandesa durante dos siglos. Figurantes recrearán la vida de la playa hace doscientos años, una jornada que puede completarse con la visita guiada al interior del histórico hotel Kurhaus.
- Arriba, la escultura gigante de anillos © Bruno Doedens. A la derecha, el histórico hotel de la playa de La Haya, construido en 1885.