Tras más de dos meses de clases desde casa, entre un cuarto y un tercio de los alumnos de secundaria ha vuelto hoy a clase. Deben mantener la distancia de metro y medio entre ellos, lavarse las manos con jabón antes de entrar en cada clase, traerse su propia comida y no usar los casilleros. Los institutos han pedido a los alumnos que vivan a un radio de 8 kilómetros, que vengan en bici o les traigan sus padres. Para los que vivan más lejos, se estima que un 4 por ciento, el centro ha organizado el transporte. El ministro de Educación Arie Slob visitó una escuela secundaria en Hilversum esta mañana y tras admitir que ha sido complicado adaptar el centro a las medidas, reconoce que vale la pena. «De lo contrario, los estudiantes no podrían ir a la escuela durante casi cinco meses, con las vacaciones de verano acercándose. Eso no es bueno para ellos». Fuente: NOS