“El Gobierno debe aclarar rápidamente la disponibilidad y el uso de mascarillas para los empleados de residencias de ancianos y centros de salud. La actual falta de claridad es peligrosa”, dice ActiZ, una asociación de empresas que representa a 400.000 trabajadores del sector sanitario fuera de los hospitales. ActiZ quiere seguir las pautas del RIVM y hacer un uso ahorrativo del material de protección disponible, pero cree que este organismo debe tener en cuenta la creciente sensación de inseguridad generada entre los trabajadores sanitarios ante el todavía alto número de contagios en las residencias de ancianos. “El RIVM debe dejar muy claro si el uso preventivo del equipo de protección personal es útil o no. Es inaceptable que los empleados se queden en casa por miedo”, dicen. Fuente: NOS