Esta semana, antes de lo esperado, el Gobierno anunció la hoja de ruta de la flexibilización del confinamiento. Los cambios que entran en vigor esta próxima semana han sido analizados cuidadosamente por el RIVM; de otras modificaciones planeadas para más adelante todavía no están claras las consecuencias. Al RIVM no le preocupa que la relajación de las medidas provoque una nueva ola de contagios,  sino si la gente seguirá cumpliendo las reglas básicas: lavarse las manos, mantener la distancia social y quedarse en casa en caso de síntomas. Los expertos del RIVM, van Dissel y Wallinga, creen que no se puede planear una estrategia a largo plazo porque es necesario monitorear e ir observando las consecuencias de los cambios introducidos. Según ellos hay que planear por etapas para no ir apilando incertidumbre sobre incertidumbre y además porque el comportamiento de la gente puede cambiar: la suavización de medidas puede conducir a relajar las normas básicas de higiene. Sobre el uso de mascarillas, el director del RIVM vuelve a insistir en que no hay suficientes pruebas científicas para recomendar su uso y cree que las mascarillas caseras pueden crear una falsa sensación de seguridad que nos lleve a descuidar las medidas básicas. Fuente: NOS