En la última semana se han registrado un tercio menos de PCR positivas respecto de la semana anterior, y estas representan el 4,3% del total de pruebas realizadas, casi un punto menos que hace una semana. Actualmente se estima que son 34 las personas infectadas por cada 100.000 habitantes frente a los 53 de hace siete días. El total de personas ingresadas por coronavirus también ha descendido en un 35%, mientras en la UCI este descenso ha sido del 26%. En este momento 462 personas se encuentran hospitalizadas de las cuales 185 están en cuidados intensivos. Han fallecido 17 personas, cuatro menos que en la semana anterior. Se han llevado a cabo 13,9 millones de inoculaciones y hoy los médicos de cabecera han recibido la última remesa de vacunas de Astra Zeneca para completar la pauta vacunal de los mayores de 60 años. El GGD ya está llamando a los nacidos en 2003 a vacunarse, por lo que la población adulta del país ya ha recibido la invitación al menos para la primera dosis. En su comparecencia de hoy ante diputados del Congreso, el experto del RIVM Jaap van Dissel ha informado de que la variante Delta se está convirtiendo en la dominante más rápidamente de lo esperado. Estima que dentro de tres semanas esta será responsable de la mitad de las infecciones y en dos meses, el resto de mutaciones habrán sido desplazadas. Pero los efectos que puede tener este avance de la variante más contagiosa – un 28% más que la británica- no parecen muy negativos a corto plazo: según Van Dissel la cobertura vacunal es suficientemente alta como para hacerle frente, un factor favorable al que se suma la llegada del verano, cuando todos pasamos más tiempo al aire libre y las probabilidades de contagio disminuyen. Pero el OMT no descarta una nueva ola en otoño, situación que dependerá de la evolución de otras variables, como la eficacia de las vacunas a medio y largo plazo y el número de personas que ya estén totalmente protegidas con la pauta vacunal completa cuando el frío vuelva. Todavía se está estudiando si la nueva variante, a pesar de ser más contagiosa, provoca que las personas enfermen más por ella. El número de pruebas positivas está disminuyendo en todos los grupos de edad, aunque entre los jóvenes sigue siendo significativamente superior a la media, especialmente entre los estudiantes de secundaria. El RIVM ha observado que las personas se infectan con mayor frecuencia en lugares distintos de los «tradicionales», como el hogar. Desde la flexibilización de las normas, ha habido más casos de contagio en los institutos y durante las vacaciones en el extranjero. Fuente: RIVM