El ministro de Justicia y Seguridad, Ferdinand Grapperhaus, anunció ayer que lanzar fuegos artificiales acarreará una multa de 100 euros, una cantidad que deja rastro penal y convierte la falta en un delito. A lo largo de esta semana se ha estado especulando sobre esta prohibición, algo que llevan años demandando partidos como GroenLinks y Partij voor de Dieren pero que hasta ahora no había logrado el respaldo de la coalición Gobierno. El coronavirus ha transformado la situación. Todos los años se producen accidentes que requieren hospitalización, una sobrecarga que tanto los alcaldes como el sector sanitario quiere evitar a toda costa. En la Nochevieja del año pasado, 1.300 personas resultaron heridas por los fuegos artificiales, casi 400 de ellas terminaron en urgencias. La nueva prohibición se refiere a los fuegos que se lanzan al aire como candelas y cohetes: si se podrá celebrar Fin de Año con bengalas, bombetas y otros petardos de mano pequeños. Los empresarios de esta industria recibirán 40 millones de euros en compensación por la pohibición. Fuente: NOS