Con una ocupación hospitalaria que se asemeja cada vez más a la de los peores momentos de la primera ola, más fallecidos menores de 60 años y buena parte de la atención sanitaria habitual aplazada o anulada desde hace meses, el primer ministro saliente ha comunicado hoy lo que se esperaba: las medidas contra el coronavirus no se suavizan. «En cuanto las cifras de contagios empiecen a bajar y por lo tanto constantemos que el pico ha pasado, correremos los riegos de suavizar las medidas poco a poco» ha asegurado. La única noticia es la reapertura de los centros de atención extraescolar (BSO) a partir del próximo lunes. La próxima semana se sabrá si el miércoles 28 de abril las terrazas podrán reabrir, así como las universidades y centros superiores de enseñanza, bajo la condición de que los jóvenes se testen una vez por semana. Sobre la petición de varios alcaldes de permitir reabrir las terrazas para poder controlar mejor el cumplimiento de las normas, Rutte ha respondido que «con buen tiempo, el parque se seguirá llenando de gente aunque las terrazas estén abiertas. Es más, con ellas funcionando es muy probable que aumente la afluencia en la calle». El ministro de Salud Hugo de Jonge ha presentado un plan de salida basado en cinco fases que avisa, es totalmente dependiente de la evolución incierta de aspectos como posibles retrasos en la vacunación – por los efectos secundarios o los plazos de entrega -, nuevas mutaciones del virus o el cumplimiento de las medidas. Habrá dos semanas entre la primera y la segunda fase y tres para la implementación de la tercera, cuarta y quinta fase. Publicado en la web del Gobierno, el plan contempla, por ejemplo, la reapertura de los parques de atracciones, piscinas y gimnasios en la segunda fase. Para ello, De Jonge cuenta con poder priorizar el acceso a lugares más concurridos tras la obtención de un test negativo, algo que espera que pueda realizarse en mayor escala a lo largo del mes de mayo. Hasta el momento, se han llevado a cabo 4 millones de vacunaciones en los Países Bajos, 630.000 la semana pasada, una cifra que aumentará en 100.000 esta semana. Con estas cifras se prevé que para mediados de mayo todos los mayores de sesenta años estén completamente protegidos y las personas más vulnerables hayan recibido la primera dosis. A la pregunta sobre los posibles retrasos de la vacuna de Janssen después de que Estados Unidos anunciara hoy que suspende la distribución mientras se estudian los últimos casos de seis mujeres entre 18 y 48 años que han padecido un tipo extraño de trombosis, De Jonge ha reconocido que desconoce el impacto que esto tendrá en el ritmo de la vacunación. «Si ocurre con Janssen como con AstraZeneca, que solo podremos vacunar a los mayores de sesenta, entonces todos los países tendremos un problema para lograr vacunar a los más jóvenes» ha declarado. Por el momento, la vacuna de AstraZeneca se seguirá administrando sólo a los mayores de 60 años y una vez cubierto este grupo de población, el gobierno valorará la propuesta de ofrecerla libremente a los menores de esta edad, bajo consentimiento informado y tras el visto bueno de su médico de cabecera. Una vez más ha recalcado que la velocidad a la que se está vacunando en Holanda depende únicamente de la entrega de las dosis, y no está influida por cuestiones presupuestarias o de organización de los GGD.