Tras el crecimiento exponencial en el número de personas contagiadas y las hospitalizaciones duplicándose en apenas dos semanas, el Gobierno impone un confinamiento parcial que entrará en vigor a partir de mañana a las 8 de la tarde y estará vigente al menos cuatro semanas. La medidas implementadas pretenden hacer disminuir drásticamente el contacto social y se multará de manera más estricta a la persona o la empresa que no las cumpla. «Queremos que estas normas funcionen como un martillo lo suficientemente grande como para aplastar al virus y frenar su propagación» ha expresado Mark Rutte. Estas nuevas medidas son: cierre de cafés y restaurantes; prohibida la venta de bebidas alcohólicas y drogas blandas a partir de las 8 de la tarde y el resto del día no se podrá consumir alcohol en la calle; las reuniones tanto fuera como en el interior se reducen a un máximo de cuatro adultos de distintos núcleos familiares, los menores de 13 años quedan excluidos de la norma; las visitas a casa se limitan a un máximo de 3 personas y un grupo al día; se suprimen las competiciones deportivas de aficionados, también para los menores de 18 años, con el fin de limitar los desplazamientos y el contacto entre adultos; para mayores de 18 años, podrán realizar deporte un máximo de cuatro personas manteniendo la distancia de metro y medio entre ellos; se prohíben todos los eventos públicos, salvo las manifestaciones, los servicios religiosos, funerales y la actividad diaria del Congreso y del Senado; bibliotecas, museos y otros lugares «de afluencia transitoria» podrán visitarse con reserva previa y dentro de un grupo limitado; teatros, cines y otros espacios culturales donde los asistentes permanezcan sentados el aforo máximo es de 30 personas; los supermercados deberán establecer una franja horaria para que puedan acudir exclusivamente los mayores y personas vulnerables; las tiendas se mantienen abiertas en el horario habitual pero se suprime la «koopavond» y se deberá limitar el acceso de la clientela para asegurar la distancia social; el teletrabajo pasa a ser obligatorio para aquellos cuya profesión lo permita y las mascarillas también serán de uso obligatorio para mayores de 13 años en los espacios públicos cerrados, incluidos los de los centros de secundaria. Esta última norma todavía no es por imperativo legal, pero el primer ministro espera que pueda integrarse en la legislación vigente en las próximas semanas. Rutte ha pedido a todos los que se vayan de vacaciones en las próximas semanas que eviten los países en código naranja, como España, y que si se quedan en Holanda, permanezcan en su dirección vacacional y limiten sus visitas turísticas. El sector educativo queda exento de todas estas medidas, «ya que se trata de un sector esencial» ha afirmado, a lo que Hugo de Jonge ha añadido que «hemos aprendido de marzo, y no vamos a cerrar los colegios ni las residencias de ancianos ya que las consecuencias que esto tiene son demasiado graves». El ministro de Salud Pública ha presentado una hoja de ruta, ya disponible en este enlace, y en la cual se definen cuatro fases según el número de diagnosticados positivos por cada 100.000 habitantes, con un listado de medidas que se implementarán según el grado de expansión del virus en el que el país se encuentre. «En este momento estamos en la cuarta fase, la más grave, y si sigue así dentro de un mes no descartamos un confinamiento total». Ambos han vuelto a hacer hincapié en que la situación actual se debe, sobre todo, al comportamiento de los ciudadanos, a no cumplir las medidas de distanciamiento social o de cuarentena. «Parece que es algo típicamente holandés, el que una recomendación urgente se interprete como no obligatoria» ha declarado De Jonge, quien ha añadido que «depende de nosotros ganarnos de nuevo la libertad, o perderla todavía más»