Según una investigación del programa de televisión Zembla, a finales del año pasado, la cúpula de los llamados Comités del Agua, encargados de la gestión de las reservas de agua y canalizaciones del país, permitió a una empresa constructora con sede en Ámsterdam que descargara 100.000 toneladas de material de desecho industrial en un lago natural de la provincia de Gelderland. En octubre, la empresa Bontrup solicitó a Rijkswaterstaat el vertido de granulito (derivado del granito para la construcción de carreteras) en el espacio natural Over de Maas. Al parecer Bontrup acumula montañas de este producto residual en el puerto de Ámsterdam y no disponía de más espacio de almacenamiento. La petición fue rechazada alegando que estos residuos no podían considerarse tierra, porque además contienen una sustancia química aglutinante. Pero poco tiempo después la organización recibió la orden de aceptar dicha solicitud. Detrás estaba el ex ministro de Halbe Zijlstra, quien ha admitido haber puesto en contacto a la empresa con la cúpula del Rijkswaterstaat. Fuente: De Volkskrant