Ya la llaman la crisis del nitrógeno. El Gobierno debe dar un giro de 180 grados en la política medioambiental con el fin de mantener en el límite las emisiones de este gas, del cual el sector ganadero es responsible en un 70 por ciento y el tráfico por carretera en un 9. El comité asesor creado por el Gobierno bajo el liderazgo del ex ministro Johan Remkes no deja lugar a dudas: Holanda incumple sistemáticamente la normativa europea sobre las emisiones de amoniaco y óxidos de nitrógeno, perjudiciales para la naturaleza. «Muchos lugares de Natura 2000 en los Países Bajos se encuentran actualmente en una mala situación. La biodiversidad necesita urgentemente ser restaurada». Una agricultura circular, cerrando las granjas más contaminantes e indemnizando a los agricultores afectados y reducir la velocidad en las autopistas próximas a áreas naturales son las dos principales medidas propuestas por el informe, recibido con gran entusiasmo en el Congreso pero rechazado por el sector agrícola y ganadero. Fuente: De Volkskrant