El primer ministro Mark Rutte y el ministro de Salud Pública Hugo de Jonge, han anunciado esta tarde en rueda de prensa un nuevo paquete de medidas que entrarán en vigor a partir de mañana a las 18 horas en todo el país y durante las próximas tres semanas: el teletrabajo se convierte en la norma, salvo para profesiones donde no es posible trabajar desde casa. «Si una empresa registra un número serio de contagios se podrá cerrar su oficina durante 15 días» ha advertido Mark Rutte. Pide que se deje de ir de compras en grupo y en las tiendas de Róterdam, La Haya y Ámsterdam se impone el uso obligatorio de mascarilla. «Decidimos esto ahora porque la situación en estas ciudades es tan preocupante que creemos que esta medida algo ayudará, pero la distancia social sigue siendo la regla de oro» ha enfatizado. El aforo máximo de cafés y restaurantes será de 40 personas fuera y de 30 en el interior, mientras que para museos, bibliotecas y otros «espacios de paso», cada región será la encargada de establecer el aforo. En casa, sólo se podrá recibir a un máximo de 3 invitados mayores de 12 años. Los supermercados deberán estipular dos franjas horarias al día de acceso exclusivo para mayores y personas vulnerables. El horario de cierre de la restauración se adelanta a las 10 de la noche, sin permitir la entrada a nuevos clientes a partir de las 9, «con el fin, también, de evitar el consumo de alcohol propio de estos momentos de la noche, algo sumamente importante en estos momentos» ha añadido Rutte. Todos los eventos deportivos, de profesionales y aficionados, deberán celebrarse sin público, también los de los niños menores de edad. El mismo procedimiento de registro de clientes que rige ahora en la restauración deberán aplicarlo también las profesiones de contacto como peluquerías, fisioterapeutas, etc. Ambos han dejado claro que estas medidas son necesarias para «ayudar a la gente a comportarse como es debido en esta crisis, reduciendo el contacto social todo lo posible». Hugo de Jonge ha declarado que la única solución para no dirigirnos hacia un nuevo confinamiento inteligente reside en la responsabilidad individual: «la gente ha seguido haciendo fiestas, no solo los jóvenes, muchos siguen yendo a su lugar de trabajo y nos son pocos los diagnosticados positivos que se saltan la cuarentena y visitan a otras personas». Con estas nuevas medidas esperan que el llamado factor R, indicativo de la capacidad reproductiva del virus, baje por debajo de 1 (ahora está en 1,3) y que en las ciudades más afectadas, con Ámsterdam a la cabeza (con 250 positivos por cada 100.000) se reduzcan el número de contagios. Fuente: NOS