Según ha informado el GGD tras un análisis preliminar de las pruebas PCR realizadas de forma masiva a los residentes de Lansingerland, no hay evidencia de que la variante británica se haya propagado a gran escala en este municipio, tras su aparición en una escuela de primaria. De los 45.000 residentes que han participado en este testeo masivo – un 70% del total de la población- ya se han analizado los resultados de la mitad, y de ellos 242 han dado positivo, un 12% de la variante británica. Estas 70 personas infectadas con la cepa más contagiosa podrían estar relacionadas con las 46 infecciones detectadas en el momento del brote en la escuela. Al parecer, la mutación no se propagó a las escuelas adyacentes ni a los centros de atención extraescolar, donde sólo es ha encontrado un caso de esta cepa. Las primeras conclusiones parecen determinar que el brote está controlado y que la variante británica no pone en jaque la apertura de las escuelas de primaria el próximo 9 de febrero. El ministro de Educación Erie Slob considera estos datos de Lansingerland una buena noticia y espera que en el transcurso de la próxima semana se obtengan más resultados de la investigación que está realizando el Outbreak Management Team sobre los riesgos de infección de la nueva cepa en niños. Fuente: NOS