La reapertura de los colegios de primaria ha ido por lo general bien, según la organización que representa a las juntas escolares PO-Raad. Fue necesario adaptar espacios y horarios, y un trabajo de coordinación entre profesores, padres y los centros de actividades extraescolares. “Por supuesto, seguiremos encontrando obstáculos, pero hoy hubo principalmente una vibración positiva” ha dicho la organización en un comunicado de prensa. “Los niños se aclimataron muy rápidamente a la nueva situación, solo echaban de menos a sus amigos de la otra mitad de la clase, especialmente durante el descanso”. Mantener la distancia de metro y medio entre alumnos y profesor fue difícil en este primer día, sobre todo cuando un alumno necesitaba ayuda con algo. Los niños no tienen que mantener distancia entre ellos pero no se les permite sentarse juntos, así que los juegos en el recreo tenían que adaptarse. Tampoco los profesores tomaban el café todos juntos como habitualmente. Lavarse las manos se lleva una buena parte del tiempo, veinte segundos por niño: a la entrada, a la vuelta del recreo, antes de comer y beber. En las clases hablaron mucho sobre el coronavirus, sobre cómo vivieron estas semana en casa y los miedos que sintieron. “Esas conversaciones fueron muy valiosas”, dice una profesora, “pero mañana retomaremos la vida normal”. Fuente: NOS