Según informa el CBS, la inflación en Holanda ha aumentado al 1,6 por ciento en el último mes, repercutiendo sobre todo en productos con impuesto especial como la gasolina y el tabaco, aunque también la ropa se ha encarecido. La pandemia del coronavirus afectó a la demanda de petróleo y los precios del combustible cayeron bruscamente hasta mayo. «Estamos viendo signos de recuperación en todas partes y cada vez hay más actividad en las carreteras, lo que significa una mayor demanda de energía y precios más altos de la gasolina», explican desde el CBS. Aunque el aumento del precio del combustible está afectando a todos los países europeos, en Holanda este encarecimiento es mucho mayor: mientras el índice de precios europeo armonizado (IPCA) se sitúa en el 0,3 por ciento, en los Países Bajos es del 1,7 por ciento, mientras en Bélgica y Alemania sólo es del 0,2 y el 0,8 por ciento respectivamente. Fuente: NOS