El presidente de la red nacional de Cuidados Intensivos, Ernst Kuipers, ha declarado que si sigue la tendencia actual, se estima que haya 5.700 enfermos de covid hospitalizados a finales de noviembre, 1.300 más que en el peor momento de la primera ola de la pandemia. Aún cuando las nuevas medidas tengan efecto y los contagios bajen, Kuipers estima que la atención sanitaria habitual se verá reducirá en un 40 por ciento y que habrá alrededor de 3.000 pacientes de covid ingresados. En verano se añadieron 900 camas más de hospital y mil empleados adicionales. Pero «la atención sanitaria no se ha preparado lo suficiente y hay límites a lo que podemos ampliar. Alemania tiene las camas que nosotros teníamos en los años 70» ha criticado, «pero optamos por un sistema de atención sanitaria diferente y ahora tenemos que conformarnos con mil en vez de 5.000 camas de UCI». Ha concluido advirtiendo de que los servicios de urgencias en Ámsterdam, Róterdam y La Haya han tenido que ser suspendidos en varias ocasiones en los últimos días. Por su parte, Jaap van Dissel, del RIVM, ha intervenido después y ha dicho que «no debemos confiarnos, ni por las admisiones, que no están actualizadas, ni por el cuadro clínico, aunque parezca más leve». Según Van Dissel es esencial ahora comprobar si las medidas del 28 de septiembre han tenido efecto. Sobre mantener los colegios abiertos, al igual que en marzo, el OMT se muestra partidario, «pero eso significa que hay que tomar más medidas en otros lugares, para llegar a un paquete total que reduzca significativamente el factor R» ha declarado. Fuente: NOS