Desde la pasada semana, varias residencias por todo el país han participado en una prueba piloto para comprobar si es posible mantener las medidas de seguridad y permitir visitas de familiares. Todas ellas sin residentes infectados por coronavirus, se han mostrado optimistas ante la nueva fase. A lo largo de esta semana se ha permitido un visitante por residente, por un corto período de tiempo: «si a alguien que cuidas lo ves tan feliz por recibir la visita, esto también repercute en nosotros, es bueno para nuestro trabajo» asegura un portavoz de una residencia en Oss. El director de otra residencia en Leidschendam asegura que si bien al comienzo de la pandemia la mayoría de los mayores estaban satisfechos con la prohibición de las visitas porque se sentían seguros, ahora parece que se encuentran listos para volver a ver a sus seres queridos y la distancia social entre el visitante y el residente se cumple en todos los casos. En Amersfoort participa la residencia Davidshof: «El miércoles abrimos. El teléfono de la centralita no paró de sonar. La gente estaba súper feliz de volver a verse», afirma su gerente. En la prueba piloto podía participar una residencia por cada GGD (25 en total), y se ha permitido la visita de un pariente por residente y una vez al día. Si funciona, el Gobierno espera permitir la reapertura paulatina de más residencias de mayores a partir del 25 de mayo. Fuente: Trouw