En su recomendación al Gobierno, el Outbreak Management Team (OMT) sigue calificando de «preocupante» la evolución de las nuevas variantes del virus, detectadas en Gran Bretaña y en Sudáfrica. Si bien parece confirmarse que la variante británica es más contagiosa que la anterior, la información disponible parece demostrar que los niños siguen infectándose menos que los adultos y que en general enferman menos. Lo que no está claro si esta menor virulencia se traduce en una menor propagación del virus de los niños a los adultos. Por eso hace falta investigar más antes de reabrir, recomienda el OMT. El grupo de expertos concluye que la propagación de esta variante del virus no parece estar bajo control por lo que no sería prudente abrir los colegios antes del 9 de febrero, mientras subraya que la situación actual no es tan mala como para que las escuelas dejen de prestar educación presencial a los hijos de profesionales con ocupaciones esenciales. Los ministros implicados se han reunido hoy en la Catshuis para debatir sobre la recomendación del RIVM. El ministro de Educación, Arie Slob, ha declarado a los medios que el cierre de, hasta al menos, el 9 de febrero, es «desafortunadamente inevitable» y que el Gobierno estudiará la introducción de un «permiso covid», un tipo de baja laboral para descargar a los padres que deben trabajar desde casa mientras cuidan de sus hijos. Para evitar un incremento del retraso escolar, Slob ha afirmado que barajarán la posibilidad de alargar la jornada lectiva, aunque no ha dado más detalles. En su informe el OMT estima que, de seguir así la pandemia, a partir de abril podría aumentar todavía más la presión sobre el sistema sanitario. Fuente: NOS