Organizaciones de ayuda agrupadas en el llamado Fondo para la Pobreza han dado la voz de alarma. Ven que la demanda de paquetes de comida en los bancos de alimentos no dejan de aumentar así como la de material didáctico y ropa. Según la organización Nibud, una quinta parte de la población holandesa está sufriendo la crisis del coronavirus en sus bolsillos, porque llevan casi dos meses sin ingresar un céntimo. La mayor parte son jóvenes, trabajadores autónomos y los que tenían un contrato flexible o temporal. Según una portavoz del Fondo para la Pobreza, al que están afiliadas 700 organizaciones, «la demanda que ha crecido con más fuerza es la de la gente que normalmente no entran en los criterios del Banco de Alimentos». Otra fuente de la universidad de Utrecht señala que estas víctimas colaterales de la crisis no solamente no tienen para comer sino que están acumulando una deuda, por ejemplo hipotecaria, que no podrán pagar y sufren estrés y soledad. Fuente: NOS