El Gobierno quiere poner fin a la producción de gas en Groningen a mediados de 2022, ocho años antes de lo previsto, para bajar el nivel de riesgo de terremotos en la zona. Y es que miles personas se han visto afectadas por los daños sufridos en sus hogares tras numerosos terremotos en la región, donde se encuentra el yacimiento de gas más grande de Europa, explotado desde 1963. El año próximo se extraerán menos de 12.000 millones de metros cúbicos, considerado el nivel de seguridad. En caso de un invierno especialmente severo estas medidas podrían revertirse. Fuente: NOS.