2.500 millones de dólares al año es la factura conjunta de lo que España e Italia dejan de ingresar por las prácticas fiscales de Países Bajos. Esta es la cuantía que firmas principalmente estadounidenses han dejado de aportar a las haciendas del sur de Europa aprovechando los descuentos impositivos que ofrece Holanda, que cuenta con mecanismos para cobrar menos del 5% en tributos a estas compañías. Además de castigar con dureza a esos mismos estados a los que hoy Holanda niega la asistencia económica, el sistema es extremadamente ineficiente: por 10.000 millones de dólares que les cuesta a los socios europeos cada año, Holanda sólo ingresa 2.200 millones adicionales. O lo que es lo mismo: por cada dólar que Holanda recibe de compañías de EE.UU., la Unión Europea pierde 4. Según Tax Justice Network, en 2019 Países Bajos era el cuarto mayor facilitador de paraísos fiscales del mundo, sólo superado por las Islas Vírgenes, Bermuda y las Islas Caimán. Fuente: taxjustice.net