A finales de 2019, la universidad de Maastricht sufrió un ciberataque por el cual fue sobornada a pagar 30 bitcoins, en ese momento 200.000 euros. Las últimas investigaciones demuestran que el ataque comenzó con dos correos electrónicos de phishing. Cuando los empleados de la universidad hicieron clic en ellos, los atacantes pudieron entrar en la red a través de un virus. Instalaron un software que imposibilitó a la gente conectarse y acceder a sus archivos, tampoco a las copias de seguridad. Al parecer los hackers son conocidos, pertenecientes a un grupo global de ciberdelincuentes de Europa del Este. Según la Evaluación de la Ciberseguridad 2019, los sistemas digitales de vital importancia para la seguridad del país todavía no están debidamente protegidos frente a ataques desde el extranjero. «Las grandes empresas están dispuestas a pagar porque eso es más barato que salvar de la quiebra a su empresa” concluye Frank Groenewegen, responsable de la investigación. Fuente: NOS