Según cifras del último informe elaborado por la autoridad neerlandesa del medicamento (CGB) y la Inspección Sanitaria IGJ, las denuncias sobre problemas en el suministro de ciertos medicamentos se han duplicado en 2018, pasando de 536 a 1.390 en total. Estas organizaciones reconocen que el número de medicamentos que no están disponibles en las farmacias ha aumentado, tanto por el incremento de la demanda como por problemas de planificación y distribución. Si bien en muchos casos se ofrecía un medicamento alternativo, en ocasiones el cambio tuvo efectos secundarios inesperados en los pacientes, como ha ocurrido con la píldora anticonceptiva más comúnmente utilizada en Holanda, cuya escasez ha provocado que muchas mujeres sufrieran dolores de cabeza y náuseas al cambiar de producto. El Ministro de Salud Pública, Bruno Bruins, ha prometido tomar medidas para prevenir la escasez en el futuro, como una ley que obligue a mayoristas y farmacéuticos a crear un stock que garantice el suministro durante al menos cuatro meses. Fuente: NOS