Si bien el primer paquete de ayudas a empresas contó con el apoyo unánime de la Tweede Kamer, su ampliación está encontrando más dificultades. Tanto PvdA como GroenLinks han criticado el acceso a financiación pública sin condiciones, por la mala praxis en la que incurren algunas de estas firmas en medio de la pandemia. “Si vamos a dar a estas empresas decenas de miles de millones, creo que tenemos que establecer condiciones”, ha asegurado Jesse Klaver de GroenLinks. De acuerdo a Lodewijk Asscher del PvdA, la “llamada a la moral” del gobierno de Rutte a estas empresas, que hasta ahora ha sido el único “requisito” para cobrar de la hacienda pública, provoca carcajadas entre los directivos. Algunas de las contrapartidas para recibir dinero público que se plantean serían no recomprar acciones, no pagar bonus a la cúpula directiva, no abonar dividendos a los inversores, no hacer uso de paraísos fiscales o no despedir empleados. Estas medidas ya han sido implantadas por el ejecutivo socialdemócrata de Dinamarca. Los comunistas del SP, el partido ultraderechista PVV y los extremistas religiosos del SGP están de acuerdo con la propuesta de la izquierda. Fuente: rtlnieuws.nl