Según un informe confidencial del Servicio de Enjuiciamiento Público (Openbare Ministerie) del Ministerio de Justicia y Seguridad, al que ha tenido acceso el diario NRC, gran parte de las plantas de procesamiento de estiércol en Holanda podrían llevar varios años defraudando al Gobierno. Al parecer, plantas como la de Chemelot, en Limburgo, habría aprovechado subsidios estatales para mezclar el estiércol con residuos ilegales nocivos para la salud, como metales pesados o residuos de pintura. Holanda cuenta con un excedente de estiércol y para darle un uso sostenible, han proliferado las fábricas que lo “co-fermentan” con residuos orgánicos como maíz, hierba o cáscaras, para producir nuevos productos. Según el diario, el fraude es de enormes proporciones: en nombre del Ministerio de Economía, el Rijksdienst voor Ondernemend Nederland (RVO) distribuyó 250 millones de euros en subvenciones a los propietarios de 115 plantas durante un período de diez años. Fuente: NRC