Holanda ha amanecido hoy con cristales rotos en las calles y edificios afectados por disturbios de grave consideración en buena parte del país, todos ellos destinados a responder de manera violenta a las últimas medidas implementadas por el Gobierno para frenar la pandemia, como el toque de queda. El sábado el centro de pruebas PCR de la localidad de Urk fue incendiado por un grupo de jóevenes y esa noche varios vehículos fueron quemados en Eindhoven. El domingo comenzaron a sucederse actos vandálicos en Ámsterdam y Eindhoven tras las manifestaciones no autorizadas celebradas en ambas ciudades. La violencia siguió escalando y a al comienzo del toque de queda, a las 9 de la noche, otras ocho ciudades registraron disturbios ( La Haya, Tilburg, Enschede, Venlo, Helmond, Arnhem, Apeldoorn y Stein). Distintos cuerpos policiales fueron desplegados en todas estas localidades pero muchos de los daños en el mobiliario urbano y la vía pública no lograron evitarse. En Enschede, uno de los hospitales sufrió el asalto de varias personas que intentaron romper las ventanas con piedras. No lo consiguieron, pero sí dañaron varios postes de luz. Según ha declarado hoy el jefe de Operaciones de la Policía Nacional, Willem Woelders, a pesar de haber sido alertados y de haberse preparado para hacer frente a fuertes disturbios, el gran número de personas que salió a la calle superó todas sus previsiones. «Fue alucinante, no esperaba que estallara con tanta violencia y en todas estas ciudades». Uno de los lugares más afectados ha sido la estación central de Eindhoven, donde los vándalos rompieron ventanas, hicieron añicos el piano del vestíbulo y atacaron la fachada del supermercado Jumbo. Según un portavoz de ProRail,se tardará varias semanas en reparar los daños causados. Esta mañana, un grupo de ciudadanos ha respondido a la llamada de uno de ellos por Facebook y se han acercado a ayudar en las tareas de limpieza. El primer Ministro Mark Rutte ha condenado los hechos y ha declarado que «estamos luchando contra este virus precisamente para recuperar la libertad. No tomamos estas medidas porque queremos, el virus es el que nos quita la libertad». Calificó los disturbios de intolerables y habló de violencia criminal por parte de un grupo muy reducido de personas. Por el momento 300 personas han sido arrestadas por violencia callejera, la mayoría en Ámsterdam y Eindhoven. Además, 5.700 personas fueron multadas el sábado y ayer domingo por salir de casa sin justificación durante el toque de queda. Fuente: NOS [/toggle]