Ayer sábado los conductores de dos trenes que se dirigían a Ámsterdam desde Róterdam obligaron a todos los pasajeros a bajarse en la estación de Gouda, asistidos por la policía. Esto se produjo después de repetir en estaciones anteriores que los que pudieran abandonaran los vagones porque no se podía garantizar el metro y medio de distancia entre los viajeros. Aunque no se multó a nadie, desde NS han informado de que en los últimos días ha habido una afluencia mayor de pasajeros, algunos con bicicletas que iban a dar un paseo a otra ciudad. La compañía ha hecho hincapie en que los dos trenes que circulan cada hora están pensados únicamente para viajeros que deban desplazarse por motivos laborales o personales de extrema necesidad. Fuente: NU.nl