Así lo ha concluido la investigación realizada por la viróloga Marion Koopmans, miembro del Outbreak Management Team. En Ámsterdam y en Róterdam es donde esta variante es más frecuente: en ambas ciudades cerca del 5% de los nuevos casos se han contagiado de esta cepa. “Debemos estar muy pendientes de lo que pasa aquí” explica Koopmans mientras alerta de una nueva ola si las medidas se suavizan demasiado rápido. Hoy también la autoridad sanitaria nacional (Nederlandse Zorgautoriteit) ha publicado las conclusiones de una encuesta al personal sanitario sobre en qué medida la pandemia sigue alterando su trabajo habitual. Desde la pasada semana los hospitales han tenido que aplazar de nuevo intervenciones vitales y otras revisiones médicas urgentes, sobre todo aquellas planeadas en las próximas seis semanas, como operaciones oncológicas, trasplantes de hígado o quimioterapias. La atención en urgencias sigue estando disponible en todas las regiones, si bien un 3% de los hospitales ya han anunciado que sólo pueden proveerla parcialmente. También ha disminuido el número de personas que han dejado de ser atendidas por un especialista: en 2020 los médicos de cabecera dejaron de prescribir estas citas en más de un millón de pacientes, debido al coronavirus. Por otra parte, investigadores del hospital UMC de Ámsterdam han informado de que en la primera ola, las posibilidades de supervivencia de un enfermo por coronavirus en una residencia de mayores era del 42 por ciento, mucho más alta que la registrada durante la segunda ola, que fue del 22 por ciento. La ausencia de tests durante los primeros meses de la pandemia puede alterar el primer porcentaje, pero en todo caso sería al alza, ya que hubo muchos enfermos que fallecieron por el virus sin quedar registrados como tal. Fuente: NOS