Los automovilistas que sean sorprendidos conduciendo bajo la influencia del alcohol tendrán más probabilidades de perder su licencia y de enfrentar penas de cárcel más largas si vuelven a delinquir, gracias a un paquete de nuevas medidas del Ministerio de Justicia. El martes el Senado aprobó un aumento de la pena de prisión por conducir ebrio de tres meses a un año.

A pesar de los esfuerzos para combatir la conducción bajo los efectos del alcohol, el número de casos sigue aumentando. El año pasado fallecieron en las carreteras por esta causa 36 personas, tres veces más que en 2016. También aumentaron los casos de consumo de drogas al volante: si en el 2018 casi 4.000 personas fueron sorprendidas conduciendo bajo la influencia de drogas, hasta septiembre de este año más de 5.000 han sido ya multadas por el mismo hecho. Fuentes: Dutchnews y AD