En su discurso con motivo de las fiestas navideñas, el rey Guillermo hizo una llamada a la defensa de la libertad ¨una llama que arde en el corazón de los Países Bajos¨. Aseguró que ¨esa libertad tiene un precio, exige razón, voluntad de darse espacio y tolerancia¨. Enfatizó el sentimiento unitario que pervive entre la ciudadanía holandesa, lo que empuja a trabajar juntos para que el país funcione y todos seamos más felices. ¨Nos reflejamos en los demás, apuntamos demasiado alto e intentamos mostrar una versión perfecta de nosotros mismos al resto del mundo… pero nadie es perfecto. No debemos dejarnos llevar. Tenemos que escucharnos los unos a los otros y mostrar comprensión¨ concluyó, desde la entrada principal de su residencia real Huis ten Bosch. Fuente: Dutch News