El jefe superior del Servicio de Inteligencia y Seguridad Militar (MIVD) aconseja al personal y sobre todo a los directivos de las grandes empresas que dejen de reunirse con teléfonos o tabletas sobre la mesa. Según el general Jan Swillens, existe la posibilidad de que los hackers escuchen estas conversaciones. Considera que desde julio del año pasado, la ciberseguridad «no es lo suficientemente buena» en Holanda y advierte de que el riesgo de espionaje es alto, sobre todo de países como China o Rusia. Hace dos años, el MIVD reveló que había evitado un ataque cibernético por parte del servicio secreto ruso a la OPCW, la organización internacional para la Prohibición de las Armás Químicas, con sede en La Haya. Hoy también el Fraudehelpdesk informa de un aumento en el número de estafas cometidas a través de WhatsApp: entre enero y el 1 de octubre de este año, se han registrado 9.605 casos, casi cuatro veces más que en todo el año 2019. En total, 1.154 personas han sufrido este tipo de fraude, y han sido estafados un total de 3,3 millones de euros, frente al millón del año pasado. El fraude de WhatsApp suele comenzar con un mensaje, desde un número de teléfono desconocido, de que un familiar o amigo cercano de la víctima tiene un número nuevo. Por ejemplo: «Hola papá, este es mi nuevo número. Por favor, deshazte del viejo». Acto seguido, le llega una solicitud de transferencia de dinero debido a un problema grave. Aunque la gran mayoría de los afectados no cae en el timo, alrededor de un 12% cede a la petición y transfiere el dinero. Suelen tener más de 55 años. Fuente: NOS, AD y Telegraaf