Jaap van Dissel, el director del RIVM, ha dicho de nuevo esta mañana en su reunión técnica con representantes parlamentarios que la protección que ofrecen las mascarillas no médicas es muy limitada. Cree que su uso en el transporte público puede reducir solo entre un cinco y un diez por ciento de las infecciones, pero entiende la decisión de hacerlas obligatorias en trenes y autobuses ante la dificultad de mantener en esos espacios la distancia de 1,5 metros necesaria.

Según varias investigaciones, dependiendo del material con el que estén realizadas, las mascarillas caseras pueden retener entre el 40 y el 80 por ciento de las micro gotas que se emiten. Van Dissel ve peligroso que gente con ligeros síntomas de la enfermedad salga a la calle con ellas creyendo que están protegiendo a otros del contagio por llevarlas. Dijo también que en un plazo breve la administración publicará unas instrucciones para la fabricación casera de mascarillas. Sobre las consecuencias que traerá la flexibilización del confinamiento anunciado ayer dijo que cree que no aumentará la presión de nuevo sobre las UCIs, aunque reconoce la incertidumbre y que las medidas se toman en base a estimaciones. Fuente: NOS