Actualmente, la policía holandesa cuenta con 60 drones que utiliza principalmente en el seguimiento del tráfico y en el mantenimiento del orden público. En dos años esperan duplicar el número de aparatos, que tienen un coste aproximado de 50.000 euros, y contar con hasta 130 para además utilizarlos en el reconocimiento de explosivos, el rastreo de almacenes de producción de drogas y como apoyo a la policía marítima. El año pasado los drones fueron usados 600 veces, este año 800 veces. Desde el aire se puede estimar mejor el número de asistentes a una manifestación o la magnitud de un accidente de tráfico, aseguran desde el cuerpo nacional, aunque no sustituye al uso del helicóptero. No está permitido que estos drones sobrevuelen áreas residenciales y al igual que para los drones aficionados, deben cumplir con unas normas muy estrictas. Fuente: NOS