Cientos de grúas, excavadoras y camiones se concentraron este miércoles en la capital para protestar contra el Gobierno por la medida implementada desde marzo según la cual cada kilo de arena que se remueva en una obra debe contener menos de 0,1 microgramos de PFAS, sustancias químicas nocivas para la salud y presentes en gran parte de los materiales usados por la industria. A comienzos de este año el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente (RIVM) publicó un estudio sobre el riesgo de estas sustancias lo que derivó en una regulación más estricta que está afectando a las obras de construcción, tal y como denunciaban ayer los manifestantes, por parones continuos y grandes pérdidas económicas. Todos ellos llegaron antes de las seis de la mañana, como se les había requerido desde el ayuntamiento para evitar más tráfico en la hora punta, y se marcharon a la 1 de la tarde, tras recibir la visita del líder de ultraderecha Geert Wilders (PVV), quien fue recibido con aplausos. Fuente: NRC