En el Congreso de los Diputados se ha debatido hoy sobre el futuro de una industria, la del pelaje de visón, que tiene sus días contados, ya que a partir de 2024 se prohibirá su producción en Holanda. Pero ¿qué hacer hasta entonces? En los últimos meses se han registrado cada vez más casos de coronavirus entre los visones, actualmente en 13 de las 192 granjas dedicadas a este lucrativo negocio. Más allá de sus riesgos para la salud, que casi ningún parlamentario discute, está la cuestión de si una vez sacrificados los de las granjas infectadas, no sería mejor prohibir la adquisición de nuevas hembras. Mientras el Partido Animalista y la izquierda verde (GroenLikns) piden el cierre inmediato de todos los criaderos y sin compensación económica, otros partidos como el VVD o los protestantes CDA y ChristenUnie consideran necesario apoyar a estos empresarios si se cerraran ahora. Para el D66, los 200 o 300 millones de euros de compensación es “dinero público que podría destinarse también a la cultura o al medio ambiente”. Los visones son animales acuáticos que en estas granjas permanecen enjaulados y en naves. Se estima que en los criaderos holandeses hay alrededor de 800.000 visones hembras, que dan a luz a sus crías en primavera para ser sacrificadas meses después, con el fin de usar su piel en la industria peletera. Fuente: NOS y Volkskrant