Si se cumple lo previsto, las escuelas de secundaria reabrirán sus puertas el 2 de junio. Pero a diferencia de los alumnos de primaria, los de secundaria sí que están obligados a mantener la distancia de metro y medio entre ellos, lo que hace que las aulas solo puedan alojar como mucho a un tercio de los estudiantes. Las escuelas tendrán que decidir qué alumnos necesitan más esta vuelta a la enseñanza presencial; se dará prioridad a los alumnos más vulnerables y algunos alumnos podrían volver solamente para tener reuniones con sus mentores. “Va a ser todo un rompecabezas asegurarse de que todo el mundo reciba una buena educación”, comentan desde una asociación de profesores. Casi todas las escuelas seguirán con la enseñanza en línea, que con algunos estudiantes está dando un resultado excelente, y se apoyará presencialmente a los que vayan más retrasados, a los que tengan exámenes finales el próximo año y a estudiantes de formación más práctica: “No puedes dar una lección de soldadura detrás de tu portátil”. Pero las escuelas tienen también una importante función socializadora, por eso algunos claustros de profesores creen que será la educación en el aula la que complemente la educación en línea, para dar continuidad y apoyo en un período difícil para los adolescentes. Alumnos y profesores parecen estar de acuerdo en que es bueno volver a abrir aunque solo quede un mes hasta las vacaciones. Muchos creen que la educación a distancia seguirá en septiembre. Fuente: Trouw