Los supermercados holandeses han contratado cientos de empleados extra en las últimas semanas para poder cubrir sus servicios de entrega a domicilio ante el enorme aumento de la demanda online. Los clientes no sólo compran más a menudo por Internet para evitar una visita al supermercado, sino que también piden cantidades mayores porque ya no comen en el trabajo y no salen a cenar fuera. Los supermercados Coop y Albert Heijn han visto multiplicarse por cinco el uso de sus servicios en línea y aunque han aumentado las franjas horarias en las que hacen las entregas, el servicio puede demorarse desde dos días hasta casi dos semanas. La empresa de reparto Picnic ha tenido que abandonar temporalmente el compromiso de “si compras antes de las diez de la noche, mañana en casa”.
El aumento de ventas ha supuesto un aumento del volumen del negocio de los supermercados de unos mil millones de euros, pero los supermercados han justificado el no repartir bonificaciones entre sus trabajadores para compensar el trabajo y presión extra porque han tenido que invertir mucho en medidas de higiene y seguridad adicionales. El convenio colectivo de los trabajadores de supermercados expiró el pasado 1 de abril, algunos sindicatos no quieren que se repartan bonificaciones sino negociar un aumento salarial estructural. Fuente: NOS