En una entrevista colectiva con nueve corresponsales europeos en Bruselas, el periódico De Volkskrant se hace eco de las declaraciones del político belga sobre la participación de Mark Rutte en la cumbre del coronavirus del pasado fin de semana. Para él, lo más complicado de la cumbre fue convencer a los Países Bajos, Austria, Suecia, Dinamarca y también Finlandia de que el plan de recuperación no debía basarse en préstamos sino en subsidios, para lo cual hizo falta garantizar un control estricto de la aplicación de las reformas. Bruselas explica el «freno de emergencia» de Rutte de manera diferente: no hay interrupción de las subvenciones, sólo una interrupción de los pagos. “Rutte tomó una posición valiente. Algunos Estados miembros son contribuyentes netos a la UE. Durante esos largos días y noches, ningún primer ministro pidió dejar de ser un contribuyente neto. Su pregunta era: somos contribuyentes netos, seguiremos siéndolo, pero ¿cuánto va a ser? Esa es una pregunta legítima”. Y sobre el primer ministro holandés, continúa diciendo, “Mark Rutte es un buen negociador. También es amigo. Esa buena relación, basada en la confianza, fue útil, precisamente porque a veces no estábamos de acuerdo y el debate era duro. Rutte ha estado en la UE durante diez años y esa experiencia cuenta mucho en la mesa de reuniones de Bruselas». Fuente: De Volkskrant