Esta semana, el centro de investigación TNO ha publicado su informe bianual sobre el equilibrio en las condiciones de trabajo y concluye que el número de personas que sufre agotamiento laboral está aumentando: trabajamos más duro y tenemos menos que decir al respecto. Las quejas por desgaste físico han crecido de manera constante, de un 11 por ciento en 2007 a más del 16 por ciento en 2017. Una mayor exigencia y una falta de autonomía parecen ser las razones para este repunte. En 2017, más del 39 por ciento experimentó “altos requerimientos laborales”, mientras casi la mitad de los encuestados (45,1 por ciento) dijo sufrir falta de autonomía. Para los investigadores, “es esta combinación la que se asocia con más trastornos mentales, así como con un aumento del ausentismo. Ocurre especialmente en los sectores de la hostelería, la educación y la sanidad”. El colectivo que menos sufre esta situación son los zzp’ers mientras los empleados con contrato temporal lo padecen en el 70 por ciento de los casos. Fuente: De Volkskrant.