La Levendseindekliniek, con sede en La Haya, ha visto cómo el número de pacientes que solicitan la eutanasia ha ido en aumento en los últimos meses. La causa: un incremento también del número de médicos que se niegan a practicarla, por miedo a no cumplir escrupulosamente la ley y a ser llevados a juicio, como ocurre actualmente con una médica acusada de asesinato por practicar la eutanasia a una persona con demencia. En 2018, el número de casos de eutanasia se redujo en un 7 por ciento, y sólo seis de los 6.126 casos registrados fueron clasificados como problemáticos. En más del 90% de los casos, los pacientes padecen cáncer u otras enfermedades terminales o intratables. La clínica para el final de la vida se creó en 2012 y actualmente atiende unas 250 solicitudes al mes. Fuente: Dutch News